Entrevista

El director y dramaturgo Pablo Messiez: «El teatro puede transformar el cuerpo e incluso cambiar aquello en lo que creemos»

Estrena la premiada obra ‘La voluntad de creer’ el domingo en el Teatre Principal de Palma

Galardonado con el Max al mejor espectáculo teatral

Galardonado con el Max al mejor espectáculo teatral / B. Ramon

Raquel Galán

Raquel Galán

Este segundo Max le consagra como uno de los grandes de la escena. ¿Cree en los premios?

Es bonito recibirlos porque te dan confianza y como en general soy inseguro, me dan seguridad. Pero el gran reconocimiento, lo que más queremos, es compartir las obras con el público.

Ya arrasó antes del galardón, incluso entre los jóvenes. ¿Cómo logra captar su atención?

Muchos pueden venir gracias al bono joven para el teatro de la comunidad de Madrid. Sin esto no podrían asumir el precio de las entradas. Hay muchos prejuicios con los jóvenes y es un público fantástico, entregadísimo, y en estos tiempos digitales en los que las series lo ocupan casi todo, creo que vienen porque tiene una potencia que no se asemeja a la que trasmiten las otras artes. Me parece que ahí radica el encanto y la maravilla del teatro.

Pone a prueba la percepción del espectador. ¿En qué quiere que crea con esta obra?

No es que tengan que creer en algo determinado, pero sí busco que piensen cómo funciona la fe o la creencia. Trabajando en la obra, vimos que para que haya creencia debe haber voluntad de reunirse porque la creencia se da en grupo, en comunidad. Por este motivo la función da relevancia al lugar del público, ya que si lo que importa es lo que podamos creer juntos, finalmente el espectador es el que da sentido a la obra.

¿Qué papel juega el humor?

No es que me proponga hacer comedia pero solo me interesan las obras que pueden verse con cierta distancia y no ser tomadas demasiado en serio. Si hay algo que no me interesa en el teatro es la solemnidad y por eso procuro que haya una mirada que pueda aportar cierto humor, es decir, que tenga una distancia.

¿Crear es creer?

Sí. Uno de los personajes lo dice al revés, que quien cree crea. Hay una relación entre ambos verbos que se desarrolla en los dos sentidos. Quien crea algo, lo que sea, necesita creer en ello.

¿Qué le atrae de abordar los límites entre realidad y ficción?

La división entre la realidad y la ficción deja el teatro con menos poder del que verdaderamente tiene. Yo entiendo el teatro como una realidad que se crea durante el tiempo que dura la función. No me interesa el que se presenta como una mentira, sino el que transforma el cuerpo. La ficción puede incluso cambiar aquello en lo que creemos, o sea, puede hacernos creer cosas nuevas.

Una escena de 'La voluntad de creer'

Una escena de 'La voluntad de creer' / Laia Nogueras

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La obra se inspira en el filme Ordet, es decir, La palabra. ¿La cultura es el único lugar que queda para creer en ella?

Ojalá no. La palabra es todo lo que tenemos para entendernos, así que no existe posibilidad de relación humana si no cuidamos el vínculo con la palabra.

¿Qué hacemos con la palabra en política?

La política es ahora mismo un lugar de absoluto menosprecio de la palabra. Es muy triste, pero con las redes sociales parece que solo se piensa en la política del tuit, del zasca, de ver quién es el más ingenioso, sin importarles las cuestiones importantes, las que tienen efectos muy concretos sobre la vida de las personas. Las pierden de vista por un tema de narcisismo. No se dan cuenta de que ser político es un trabajo más serio de lo que parece, ya que con su lenguaje lo convierten en un triste espectáculo.

¿Hay que creer en un milagro para la segunda vuelta en las elecciones de Argentina?

No conviene ponerse místico en política. Para la votación de noviembre hay que hacerlo a conciencia, analizar la realidad del país con una visión amplia, no solo observando a quienes están en nuestro entorno, con quienes compartimos ideología o clase social, sino mirando cuáles son las propuestas, dentro del pésimo nivel existente, que suponen el mal menor para el país.

¿Cón qué experimentará en su próximo proyecto?

Con los gestos. Es el nuevo foco de atención y de hecho la obra se llama Los gestos. Estrenamos el 1 de diciembre en la sala grande del Centro Dramático nacional. Es la primera vez que lo hago con un texto propio, por lo que me hace muchísima ilusión.

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