Manolo García, en Mallorca: "No tengo ninguna secuela, estoy montado en una catapulta"

El músico, ya recuperado de una miocarditis aguda que le obligó a bajarse de los escenarios a finales de 2022, actúa hoy en el Auditorium de Palma

Manolo García

Manolo García

Su actual gira de teatros bien podría llevar por título el de ‘entradas agotadas’. ¿Nunca le ha fallado el público?

El público no ha fallado y yo he procurado no fallarle a él, siempre me he sentido arropado. Con las primeras bandas, Los Rápidos, Los Burros, no fue fácil pero ya con El Último de la Fila y luego en solitario ha sido como dicen en catalán bufar y fer ampolles. Ha habido que trabajar, ser muy serio con la tarea, ser muy cariñoso con mi trabajo, porque mi tarea es una pasión, pero siempre he tenido el viento a favor si hablamos de público. En este sentido estoy más que agradecido y contento.

Sin pasión no existe el oficio de músico.

Sin pasión no hay vida. La vida es pasión y compasión, con un punto de deidad y recogimiento interior. La vida ni es juerga ni es sufrimiento ni lo que las religiones a veces nos imponen. La vida es un instante, un chispazo maravilloso, un brillo entre la nada y la nada. Pero en la pasión por vivir cabe tanta vida, tantas emociones, un mar, un océano de emociones...

"La vida es pasión y compasión, con un punto de deidad y recogimiento interior"

¿La miocarditis aguda que le obligó a parar a finales de 2022 ya está olvidada?

Sí, sí, por suerte hice lo que los médicos me ordenaron. No era una broma, era una cuestión seria. He hecho un descanso y ahora en vez de retomar los conciertos grandes que me quedaron me han aconsejado que empiece de una manera más pausada, poco a poco. Yo estoy bien, no es algo que haya afectado a mi salud de una manera dura, ha sido algo extraño que con un par de meses de reposo se ha ido poniendo todo en tu sitio. La prueba es que ya estoy de gira, muy contento, todo va bien, ya llevo cuatro conciertos, vengo a Palma a por el quinto, así que eso está superado, no hay ninguna secuela, estoy montado en una catapulta.

¿Cuando le vio las orejas al lobo el mundo se le vino abajo?

No, yo tengo unos asideros bastante consistentes. Me puse a pintar, a leer mucho… Como mucha gente yo sé que el apocalipsis puede llegar en un instante, el apocalipsis no significa que impacte un meteorito contra la Tierra, no, también puede ser una caída de escalón o te caiga una maceta en la cabeza, o un piano. Yo siempre estoy preparado para eso. ¿Cómo me preparo? Pues llevo un libro en mi macuto, y pienso: que me pille leyendo, o cantando, o bailando. Saber la fugacidad de todo, que tenemos fecha de caducidad, es algo que llevo bien.

"Saber la fugacidad de todo, que tenemos fecha de caducidad, es algo que llevo bien"

Se presenta con un renovado formato, más íntimo, más cercano. ¿En qué gana Manolo García en las distancias cortas?

El sonido siempre es mejor que en un recinto grande, donde el sonido es más desgarrado, los músicos aprietan más las cuerdas de la guitarra y el cantante aprieta más la garganta. En un teatro todo es más suave, más dulce, y cobran más protagonismo las miradas, que son muy importantes en la vida, los gestos, la complacencia mutua. Si llevas un buen ingeniero de luces y sonido la noche puede ser muy agradable.

¿Por qué ha elegido Marte para vivir?

Es una pequeña broma. Leí una noticia espantosa en un periódico, no sé si era una fake new o una chorrada, que decía que se estaba proyectando una serie de edificaciones en Marte, también espantosas arquitectónicamente hablando, para unos hipotéticos colonizadores, en un planeta helado, con vientos a 8.000 kilómetros de hora (risas). ¡Qué gilipollez! No nos conformamos con joder nuestro planeta que ya estamos preparándonos para ir a otro mucho peor. Este era maravilloso, bueno, aun lo es. El título viene de ahí, una broma de esa noticia.

Manolo García

Manolo García / Gus Alves

No tienes ni un minuto que perder’ habría que gritarlo a diario, para salvar este planeta maravilloso. ¿Cree que el fin del mundo está cerca, que estamos a un tris de cargarnos el planeta?

Yo soy de los que piensan que he llegado a un mundo muy gastado demasiado tarde. A mí la naturaleza me apasiona, y me duele la malversación que se está haciendo de este patrimonio que es de todos, desde los indios de la Amazonia hasta los calvinistas de Suecia. Qué pena que la vida esté basada en el consumo y más consumo y no en vivir, de la emoción, de la limpieza del aire, del río, del mar, de comer sano, de vivir humildemente...

Ante este panorama, ¿su pintura se ha vuelto más oscura, o al contrario?

Al contrario, más colorista. Sí que es cierto que mi pintura la habitan unos monstruos, que me imagino son los monstruos míos interiores que exteriorizo y saco, e intento liberarme de ellos.

¿Qué monstruos no le dejan dormir?

El sufrimiento ajeno me preocupa muchísimo, como también los derroteros que están cogiendo los nuevos tiempos, y la desigualdad social, que no la merece nadie. Somos esclavos de la tecnología y pagamos la cadena que nos ata, que es muy cara.

"Somos esclavos de la tecnología y pagamos la cadena que nos ata, que es muy cara"

En ‘Mi vida en Marte’ le arropa otro tipo de monstruo, Pepe Robles (en la canción ‘Angelina’). Preséntelo a las nuevas generaciones.

Pepe Robles fue bajista de Los Ángeles y vocalista de Módulos, un grupo que está ahí, que se puede escuchar en YouTube y Spotify, que perteneció a una saga de bandas españolas de los 60, como Los Brincos, para mí un grupo magistral. Son grupos que han dejado canciones impagables, que han aportado vida. Recomiendo escuchar una canción como Todo tiene su fin a cualquier chaval de 17 años de hoy en día. Es un tema de Pepe Robles, un excelente guitarrista, además de tener una voz muy bonita, personal.

Angelina’, por cierto, un título que comparte con su admirado Bob Dylan. ¿Ha sabido envejecer el Nobel sobre un escenario, o le aburren sus conciertos?

Le vi hace dos meses y medio en Barcelona y me emocioné. Dylan es un crooner, un tío de otro planeta, tocado por la varita divina. En ese concierto solo le veíamos la calvorota, sentado al piano, pero el sonido era maravilloso, había alma ahí. Él se puede permitir no tocar ni un solo éxito. Solo se levantó un momento, con unos achaques y unos pasos vacilantes, y volvió al piano, hasta el final, que saludó con su banda, todos unos abueletes, magníficos, porque tocan como Dios. Todos salimos felices, pasamos un rato maravilloso, como si fuera la banda sonora de una película muy bonita. El día que Dylan desaparezca será una pérdida para la humanidad. Es un monumento a la vida.

¿Qué necesita Manolo García a la hora de componer?

Vivir, haber vivido, llevar meses caminando por las calles, un paisaje sin molinos eólicos, trabajar en otras cosas, ver mundo, un tirachinas con el que hacer puntería, beber en botijo, ir en bicicleta… Así me salen las canciones, y no en un estudio programando ordenadores.

¿Es usted una persona que añora?

No, lucho contra la añoranza con la actividad. Soy muy activo, no en el sentido más aburrido, de decir: me aburro a mí mismo, no paro, soy un culo de mal asiento. Yo soy curioso, y lo seré siempre, me ensimismo con cualquier cosa: me gusta la botánica, los arbolitos, los bichos, la pintura, los museos… Soy hiperactivo pero muy lentamente y muy variadamente, y eso es lo que me da canciones finalmente.

¿Por qué han decidido retomar El Último de la Fila 25 años después de su disolución, una fecha redonda?

La fecha no tiene nada que ver. No ha sido una cosa premeditada. Yo siempre tengo la intención de vivir un poco cada día, para mí los días son importantes. Hacer estas canciones, retomar estas canciones con Quimi [Portet], comer con él, tomarnos unas cervezas, ha sido vivir unos cuantos días. Quimi es la persona del planeta Tierra con la que más me río, mira que nos conocemos hace 40 años, pero como los dos tenemos una visión del mundo bastante escéptica, cachonda, nos reímos de los peces de colores, empezando por el pez que soy yo y es él. Ese ha sido el motivo, hablar, reunirnos, movernos, vivir un poco cada día. Un auténtico placer.

Han regrabado grandes temas de su repertorio, 24 en total, con nuevos arreglos e instrumentación, en el disco 'Desbarajuste piramidal'. ¿Habrá gira o no, se preguntan todos sus fans?

No, eso no está planeado, ni lo hemos hablado. Quimi hace sus conciertos y yo tengo mi gira por delante. Cada uno está en lo suyo. No hay gira porque en principio El Último está disuelto. Es un disco doble que esperamos que guste, y nada más.

"No hay gira porque en principio El Último está disuelto"

No está hablado, pero quién sabe.

Ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Quimi siempre dice: nosotros ya estamos amortizados. Y yo estoy de acuerdo, todo lo que tenemos es estupendo. Yo no necesito nada más.

Este diario celebra sus 70 años de vida. ¿Qué música le pondría a este aniversario?

Alguna canción de Dylan, como Forever Young, o no, mejor el Hey Joe de Jimi Hendrix, un latigazo, pura energía.

Manolo García

Manolo García / .

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