Pedro Cabrita Reis: «Una obra de arte es una acción política, cambia la percepción de la gente»

El artista, invitado por la presidenta Marga Prohens, trabajó a distancia con la galería Kewenig y declara haberse emocionado al ver la obra perfectamente instalada en La Lonja tal cual la había concebido

Pedro Cabrita Reis, en la Lonja.

Pedro Cabrita Reis, en la Lonja. / Guillem Bosch

Soledad Bescós

«El titulo de la escultura lumínica de la Lonja, Mar Interior, hace referencia al Mediterráneo, que en los tiempos de los romanos tenía distintos nombres, incluido éste, Mar interior. Aunque en verdad Mediterráneo quiere decir ‘en medio de las tierras’, pero incluso esta especie de ambigüedad es muy interesante conceptualmente, razón para usarlo. El Mediterráneo tiene una relación profunda, histórica, política, económica con Mallorca, cuna de influencias culturales, cruces, contaminaciones, entre lenguas, pueblos, negocios, de África y de Europa y ubicada en medio de este mar», explica Pedro Cabrita, uno de los creadores fundamentales del panorama artístico internacional actual.

La acción surge como respuesta a una invitación directa de Marga Prohens, presidenta del Govern. «El gobierno ha sido elegido por la comunidad. Y este gobierno, como todos, tiene que estar atento, escuchar la voz de los ciudadanos y proponer soluciones, interpretaciones, y añadir algo más a lo que existe ya, pues se espera que los gobiernos sean el eco del sonido del pueblo. La invitación la tomo como una demostración de valor, sea desde la perspectiva de los que me invitaron, sea de reconocimiento de mi obra, es un honor para mí», detalla el artista que aunque ya conocía la Lonja, vino de nuevo para sentir la presencia subjetiva del lugar. «No vine a sacar medidas, sino para sentir la presencia física, tomar el pulso de la situación para poder pensar sobre un modo y un método para una obra que aún no existía pero que muy rápidamente, ya de vuelta en mi taller en Lisboa, se empezó a formar en espíritu. Una cosa estaba clara: la obra tendría que ser de suelo. Ocupa todo el pavimento de la zona central entre las columnas que sustentan el techo de la Lonja porque hay que establecer un diálogo casi de contradicciones entre la magnífica altura que tiene el edificio del siglo XV, gótico tardío, y el hecho de que la obra coge la mirada del visitante hacia el suelo. Por eso hay siempre un movimiento permanente, una oscilación, entre lo que está abajo y lo que está arriba. Tenemos el concepto de que el mar es una superficie a la que miramos desde arriba. Pretende ser, por un lado, una conversación silenciosa y por otro lado un momento de creación de tensiones físicas, visuales y, por qué no, históricas entre una obra que tiene prácticamente 600 años con una pieza contemporánea, hecha con materiales industriales: luces led, tubos y cristales redondos que tienen, exactamente, el mismo diámetro que las seis columnas de la Lonja».

Pedro Cabrita Reis: "Me interesa el Mediterráneo porque es un lugar de encuentro"

G. Bosch

Mar interior es inédito, y se creó específicamente para el espacio de la Lonja. «Con mi equipo desde Lisboa, hicimos un porfolio de dibujos que envié a Clara Garau de la galería Kewenig, que ha sido siempre la coordinadora y la mentora de este proceso. Clara lo pasó al equipo técnico de electricistas y entre llamadas, vídeos y fotos, fuimos supervisando. Cuando la vi por primera vez, me quedé emocionado en el sentido de que era exactamente al milímetro todo aquello que yo había concebido, pensado, dibujado y planeado. Estaba perfecta», declara Cabrita Reis y añade: «Las obras de arte hablan con su público de un modo silencioso y dejan al espectador un espacio infinito para que múltiples sentidos se construyan. El artista sueña la obra, la ejecuta y la entrega a los espectadores para que la miren y cada uno construya de forma subjetiva y personal un sentido relacionado a la obra. La mirada añade sentido a la obra sin alejarse de ella. Una obra de arte es una acción política, y cambia la percepción que la gente tiene de sí misma y del mundo a través de la mirada sobre la obra. Esto ya es la fuerza y el fundamento primordial de la acción política. Es cambiar el modo en cómo se ve, se siente, se entiende todo lo que está alrededor de nosotros o dentro de nosotros. El arte es igualmente, de un modo idéntico, sobrevivir y vivir».

Cabrita Reis es conocido por su predilección en el uso de materiales de construcción. «Los utilizo porque siempre me ha interesado lo que se llamaba el mundo del trabajo. La capacidad demiúrgica que los hombres tienen de construir, cambiar, crear, cosas con sus manos y su pensamiento. Por eso, los materiales de construcción que he utilizado a lo largo de mi trayectoria en mis esculturas tienen una dignidad que es exactamente la misma que un tubo de óleo o un pincel. Un tubo de luz led o una placa de cristal o de policarbonato, como es el caso de la obra en la Lonja, tienen una dignidad y una eficacia creativa igual que una acuarela o un dibujo. La cuestión es muy simple, todo está a la disposición de los artistas y les compete utilizar, sea lo que sea, una piedra, un tubo de luz led, un lápiz, o un televisor. El vocabulario del artista es todo lo que existe alrededor para crear nuevas formas de mirar materiales que aparentemente son sencillos o destituidos de importancia. Yo no soy ni pintor ni escultor ni diseñador. Soy un artista y como tal, miro a mi alrededor y lo reflejo dentro de mí. Elijo en cada momento la disciplina, el modo, más eficaz para materializar mis ideas, mis conceptos y me siento absolutamente libre de tocar todas las diferentes formas del método creativo».

En cuanto a la similitud cultural entre Lisboa y Palma, Cabrita señala la importancia de los puertos en las ciudades marineras. «Los puertos tienen barcos, con los que se viaja. Los artistas viajan en su pensamiento y entre mares y tierras y ciudades como Lisboa y Palma y llevan ideas y obras de un lado a otro, con eso se genera un laberinto creativo que al final resulta, esperamos, en una paz duradera».

Suscríbete para seguir leyendo