‘Les maleïdes’: un viaje del escenario a la viñeta sin perder la esencia

La editorial Dolmen publica la adaptación al cómic de la obra teatral de Sergio Baos realizada por la ilustradora Flavia Gargiulo

Sergio Baos y Flavia Gargiulo muestran ejemplares de ‘Les maleïdes’ en Palma.

Sergio Baos y Flavia Gargiulo muestran ejemplares de ‘Les maleïdes’ en Palma. / Manu Mielniezuk

Maria López

Maria López

Cuando Sergio Baos escribió Les maleïdes sabía que su historia se haría realidad sobre el escenario. Sin embargo, no imaginaba que su trío protagonista, Pilar, Àgueda y Aina –abuela, madre y nieta– cobrarían nueva dimensión en papel de la mano de la ilustradora Flavia Gargiulo.

Editado por Dolmen también en su versión castellana, Les maleïdes inició ronda de presentaciones el pasado viernes en la librería Gotham de Palma, primera parada de una gira que llevará a la ilustradora a ciudades como Gijón, Avilés, Barcelona, Zaragoza y Getxo.

Ante el reto de ver a Pilar, Àgueda y Aina como personajes de cómic, Baos no sintió miedo sino más bien curiosidad por descubrir «en qué se iba a convertir aquello. Es un ejercicio maravilloso pensar una cosa que son palabras y ver cómo otra persona lo convierte en movimiento y cómo otra lo convierte en narrativa visual. Diferentes géneros y maneras de contar una misma historia».

Si Les maleïdes montaje teatral nació de la mano del Principal y la Sala Becket, su versión cómic vio la luz gracias a la propuesta del Clúster del Cómic y Nous Media, rápidamente aceptada por la sala palmesana. De este entendimiento surgió el proyecto que ha convertido en novela gráfica no solo la obra de Baos sino también la de Neus Nadal, Loquis, que ha sido adaptada por Tomeu Pinya.

‘Les maleïdes’: un viaje del escenario a la viñeta sin perder la esencia

‘Les maleïdes’: un viaje del escenario a la viñeta sin perder la esencia / maria lópez. palma

La complejidad y profundidad de la historia y, al mismo tiempo, el humor que destila animaron a Gargiulo a decantarse por adaptar Les maleïdes: «Cuenta temas profundos, femeninos, la soledad, la familia, desastres entre tres generaciones … Pero hay un montón de elementos que son antidrama total, muy divertidos. Hay una historia de carretera, una furgoneta vieja, un convento con monjas que tienen un papel muy bonito y otras ideas de familia que se van entremezclando. La base es dramática articulada sobre temas más humorísticos y eso me encantó».

A la hora de afrontar su trabajo, Gargiulo afirma que asistir a la primera lectura realizada por los actores «me dio pistas y pautas de los arcos de los personajes, de dónde estaban los puntos de humor, y también se habló de partes que eran demasiado largas, de cómo se podían resolver de otra manera». En cualquier caso, esa primera aproximación le reveló que no andaba desencaminada en sus primeras ideas sobre cómo abordar la historia. Los plazos de entrega y el formato y longitud del libro pactados le dieron las necesarias acotaciones para contribuir con su adaptación a un todo que «ha quedado muy redondo. Son piezas independientes adaptadas por otra persona, desde el original de Sergio, son autónomas, pero a la vez dependen y se conectan».

Gargiulo destaca la ventaja que ha supuesto gozar de total libertad por parte del autor y Baos resume que «Flavia me contó su idea, todo estaba a favor y vi que entendía muy bien la esencia». «Al final», continúa Baos, «es el mundo de Flavia, las imágenes de Flavia en su cabeza, cómo ha interpretado ese texto».

La elección del color y del formato de viñeta se resolvieron con la voluntad de que no hubiera nada superfluo. «Vi que cuanto más color añadía, peor era para la historia porque ensuciaba los gestos de los personajes. Decidí jugar al contraste, a que todo fuera muy limpio, que hubiera blanco, que entendieras el drama sin que la viñeta te agobiara». La ilustradora ha dado prioridad a los diálogos y a la expresión de los personajes que se mueven en un mundo de morados y ocres. La elección de los colores «no es al azar» y van adquiriendo importancia y peso en la historia. Así, Gargiulo señala que los más importantes son los del pelo de las protagonistas que van del rosa en la madre al rojo en la hija. «Partiendo de aquí, todos los demás colores tienen que venir bien».

El trío protagonista –«mujeres tenaces, guerreras, con sus virtudes y pecados», según describe Baos– ha sido fielmente reproducido por el lápiz de Gargiulo, que ha sabido conservar su esencia, aunque «me las he llevado a mi terreno, ningún personaje es particularmente guapo. Es una cuestión contemporánea, ya que mantener ciertos cánones de belleza hace que se pierda profundidad y expresividad», concluye.

Los secretos de creación de ‘Les maleïdes’, en la biblioteca Can Salas

La Biblioteca Pública Can Salas acoge una exposición sobre el proceso de creación y adaptación de Les maleïdes al formato cómic. La muestra, que ya puede visitarse, está situada en la comicteca de Can Salas y reúne bocetos, dibujos y apuntes de los cuadernos de trabajo de Flavia Gargiulo. La ilustradora descubre algunos detalles, como cuáles han sido sus fuentes de inspiración a la hora de elegir la paleta de colores. 

Suscríbete para seguir leyendo