Marcos Augusto realiza un ejercicio de catarsis en el poemario ‘Palmer’

La publicación, presentada ayer en la galería Xavier Fiol, cuenta con ilustraciones de Tomás Pizà

Xavier Fiol, Marcos augusto y Tomás Pizá.

Xavier Fiol, Marcos augusto y Tomás Pizá.

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Una conversación que queda pendiente al finalizar una relación amorosa, breve pero intensa, ha llevado a Marcos Augusto a escribir un poemario que ha supuesto «un ejercicio catártico de sacarlo todo». Palmer es el título de esta plaquette de diez poemas acompañados de ilustraciones de Tomás Pizá, con una introducción de Jordi Maranges y un epílogo de Imma Prieto. Esta publicación se presentó este pasado viernes por la tarde en la Galería Xavier Fiol de Palma, donde el autor fue el encargado de leer una parte de sus poesías y para el resto contó con la también poeta Ruth Miguel.

Palmer es un compendio de sentimientos que, a diferencia de otros trabajos de este autor, ha sido ejecutado en poco tiempo, por esa necesidad imperiosa de hablar con la otra persona con la que se ha acabado una relación. «Yo no tuve la oportunidad de tener una conversación final con Pablo y la forma de tener diálogo fueron estos poemas», comenta el poeta, quien dedica este trabajo a ese Pablo y a otro chico apellidado Palmer y con una palmera tatuada en el brazo.

Si para Marcos Augusto la poesía había sido siempre «un ejercicio de destilación», guardando poemas en un cajón, madurando la escritura, este caso ha sido diferente. «Es el relato de una historia que yo necesitaba sacar», resume el escritor.

Xavier Fiol, Marcos Augusto y Tomás Pizá.

Xavier Fiol, Marcos Augusto y Tomás Pizá.

En este poemario explica al lector, como si de fascículos se tratara, la evolución de la relación: desde el conocimiento hasta el momento de la ruptura, deteniéndose en imágenes, en escenas, en el cuerpo de Pablo, quien junto a Palmer son las dos voces de este libro autobiográfico, relata Marcos Augusto.

En Palmer, que sale a la venta en una edición de 40 ejemplares, Augusto solo ha querido incluir dos citas, una de una canción de Celia Cruz (escrita por Tito Puente) y otra de la poeta Erika Martínez. Las ilustraciones de Pizá, las palmeras, se presentan como si fueran fotos de cuerpos ‘decapitados’ de Grindr, ofreciendo «una visión casi sexualizada», apunta el escritor sobre estas imágenes. Las imágenes también se pudieron contemplar ayer en la Galería Xavier Fiol.

Una de las palmeras de Tomás Pizá.

Una de las palmeras de Tomás Pizá.

Finalizada su etapa como director general de Promoción y difusión cultural en Cort, Augusto ha decidido centrarse en la escritura durante los próximos años.

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