Ira Sachs: «Hacer cine personal es cada vez más imposible en EEUU»

El director norteamericano presenta en el Atlàntida Mallorca Film Fest su última película, ‘Passages’, rodada en Francia y censurada en su país a los menores de 17 años

Ira Sachs.

Ira Sachs. / AMFF

Montse Terrasa

Montse Terrasa

Ira Sachs (Memphis, 1965) no está de acuerdo en que su película Passages sea un drama romántico. Este cineasta, invitado al Atlàntida Mallorca Film Fest, disiente de los críticos que han calificado su película como un drama romántico y la define como una historia «de acción», en la que hay escenas explícitas de sexo y en la que «hay cuerpos que entran en combustión al entrar en contacto con otros cuerpos». Si hay romance, «es por el cine», remarca este director premiado por otros de sus trabajos en festivales como el de Sundance y la Berlinale.

En Passages, Tomas es un director de cine, casado con Martin, que inicia una apasionada relación con Agathe. Para esta película, Sachs ha contado con Franz Rogowski, Ben Whishaw y Adèle Exarchopoulos, quien años atrás protagonizó La vida de Adèle.

«Tomas es como una criatura, un animal, y un hombre con mucho poder, pero también vulnerable», explica el director sobre el personaje principal, que oscila de una pareja a otra. El cineasta afirma que podría ser él mismo: «En el sentido en que tengo una posición social en que mis acciones pueden cambiar situaciones, pero también pueden impactar de una manera negativa en la gente. Creo que muchas de mis películas tratan de hombres que se comportan mal. Es algo que me interesa porque me parece muy cercano a mi experiencia. Sé que a veces sigo mis deseos más que mis creencias».

Aún así, para Sachs, el personaje interpretado por Franz Rogowski, actor con el que deseaba trabajar, «es el héroe de la historia, el fuego, el corazón, y espero que un placer».

Ira Sachs se declara enamorado del cine y lo transmite en su película, «a través de la luz, del color, de los cuerpos, de la piel y de la música. Estos son los ingredientes del placer del cine».

Passages ha sido una coproducción europea, para la que el director se ha rodeado de colaboradores con los que sabía que iba a entenderse a la hora de trabajar. En Europa también fue donde obtuvo financiación para este proyecto, que en su país ha sido censurado para menores de 17 años. «Hacer este tipo de cine personal, individual, es cada vez más imposible en Estados Unidos», declara.

En cuanto al público, Sachs considera que cuenta con una audiencia específica, que ya conoce sus películas, en la que incluye al colectivo gay y queer. «Diría que he hecho una comedia social, porque viendo la película con público ha habido risas, pero creo que es porque rompe tabúes, rompe normas y eso da una cierta libertad», comenta el cineasta.

Próximos proyectos

Tras vivir el último año en Quito, Iria Sachs, su marido, sus dos hijos y las madres de los niños se mudan a Nueva York. Allí le esperan dos proyectos, dos películas sobre artistas neoyorquinos, por lo que necesita asentarse en esa ciudad. Una de las películas comenzará en noviembre, en la que repetirá con Ben Whishaw -»nos quedan muchas cosas por hacer»-. En este filme, narrará un día en la vida del fotógrafo Peter Hujar, en diciembre de 1974, «un momento muy específico» en la historia del considerado como retratista de la contracultura, avanza Sachs. El otro proyecto es sobre el músico Arthur Russell en los años 90 y se rodará después.

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