Taller de artes escénicas en Sineu: «el teatro me hace sentir libre»

La compañía teatral La Mecánica y el Centre d'Investigació Escènica brindan a los jóvenes la oportunidad de participar en un Taller-Laboratorio Escénico en Sa Quintana

Así es el taller de artes escénicas para jóvenes que brinda el centro sociocultural Sa Quintana de Sineu

M. Mielniezuk

Belén Martínez-Lacaci

En el corazón de Sineu, un emocionante evento ha cautivado la atención de los jóvenes: el Taller-Laboratorio Escénico organizado por La Mecánica. Durante cinco días llenos de energía, la magia de la interpretación se convierte en un catalizador para el cambio y la expresión, dejando una huella imborrable en el corazón de cada participante y en el alma del teatro local.

Gracias al proyecto MICA, Mediación y Comunidad en Acción, formado por un equipo enfocado en la creación escénica y en la mediación, los adolescentes mallorquines están llevando a cabo actividades que les permiten conectar con ellos mismos y con todo aquello que les rodea. Desde ejercicios como «identificarse con objetos» hasta aprender a integrarse en el espacio saliendo a explorar las calles de Sineu. «Creemos que dándoles la posibilidad de experimentar diferentes cualidades de movimiento se potencia su capacidad de adaptación, expresión e improvisación», explica Marga Salas, psicóloga.

Salas coordina las actividades junto a su compañero Joan Vila, músico. Ambos se integran en los ejercicios como si fueran uno más, es una oportunidad para conocerse y «mejorar la relación con los demás a través de las artes». Defienden que los jóvenes «tienen mucho que decir» y este es un espacio en el que pueden ser escuchados.

Los integrantes del grupo realizando una de las actividades. | MANU MIELNIEZUK

Los integrantes del grupo realizando una de las actividades. / MANU MIELNIEZUK

Son muchos lo beneficios que esta disciplina artística conlleva para el bienestar físico y mental. «Se desconectan de ellos mismos y se conectan a través de otra cosa», destaca Salas. Alejándose del «sedentarismo» que tantas veces caracteriza la vida moderna, los participantes abrazan la oportunidad de sumergirse en un mundo creativo y enriquecedor. Asimismo, la expresión corporal es una valiosa vía de escape del omnipresente dominio del móvil y las redes sociales, permitiendo a los jóvenes experimentar la conexión con sus compañeros, desarrollar habilidades comunicativas y fomentar la autoconfianza. No solo se despierta la pasión por las artes escénicas, sino que también se convierte en una poderosa herramienta para cultivar una vida más activa, equilibrada y gratificante para nuestros futuros adultos. «A nosotros nos interesa que sean agentes, que sean activos, que sean adoleagentes», señala Salas entre risas.

Los integrantes del grupo realizando una de las actividades.

Los integrantes del grupo realizando una de las actividades. / MANU MIELNIEZUK

Todos los miembros están de acuerdo: el teatro es una forma de expresión que «te hace sentir libre» y tienen claro que si pudieran dar un consejo a otros jóvenes que tienen miedo a probar, que se atrevan.

«A la de tres, hazlo. Si no va bien, irá bien en un futuro pero no hay que tener miedo a probar cosas nuevas», dice uno de los integrantes. Algunos ya habían probado con la interpretación, para otros es su primera vez, pero todos ellos comparten la ilusión de tener un espacio en el que se les permite expresarse como ellos quieren. Es una forma de evasión del mundo exterior y una oportunidad para conectar con ellos mismos a través de la improvisación. «Cuando te metes en el papel, se te olvidan los problemas», explica una de las participantes.

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