Palma pierde 54 de las mejores obras de Miró

Más de medio centenar de obras de Joan Miró que permiten reconstruir el legado del artista a su familia podrían haber llegado a la Fundació Pilar i Joan Miró de Palma, pero han acabado en la de Barcelona. Una selección de ellas será expuesta a partir de abril. Las 44 pinturas, nueve dibujos y una cerámica del genio universal que residió en Mallorca 43 años, hasta su muerte, se encontraban en la Fundación Mapfre (Madrid) desde hace un lustro. Cuando el depósito finalizó el año pasado, «Successió Miró no ofreció en ningún momento a la Fundació de Ciutat traer las 54 obras. De lo contrario, por supuesto que toda la colección podría estar aquí», destacó el concejal de Cultura y vicepresidente del patronato de la entidad, Antoni Noguera.

Antes de que fuesen cedidas a Madrid, el organismo formado por los herederos de los bienes del artista y donde administran los derechos de sus creaciones sí «se planteó realizar la cesión a la Fundació Pilar i Joan Miró», tal como afirmó Joan Punyet Miró. Sin embargo, «el Ayuntamiento de Palma en ese momento no pudo dar viabilidad al proyecto», según añadió. Era enero de 2016 y Successió Miró envió un escrito con la citada propuesta al alcalde y al anterior regidor, y desde el área solicitaron a los herederos «esperar hasta que la Fundació nombrase un nuevo director» porque consideraban que «era un tema que debía valorar y adoptar un cargo técnico, no una decisión política», indicaron fuentes de la concejalía en Cort.

«Joan Miró se refugió en Mallorca para ser invisible al franquismo»

La anterior responsable, Elvira Cámara, finalizó su contrato en diciembre y no fue renovada por el equipo de gobierno del Pacto debido a que en la legislatura del PP, con Fernando Gilet al frente de Cultura, desapareció una obra de Miró de la Fundació palmesana y la directora lo ocultó durante un año y siete meses. En febrero fue designado en el cargo Francisco Copado y uno de los asuntos en su primera reunión con el patronato fue la propuesta de la cesión en depósito, ya que «nunca se cerró la puerta a la oferta», señalaron. Pero era demasiado tarde porque las 54 obras de Miró y otras cinco que el artista Alexander Calder le regaló al pintor catalán habían sido apalabradas con el Espacio Miró de la Fundación Mapfre, inaugurado en diciembre de 2016. El convenio duró cinco años y, tras finalizar, se inició otro con la entidad ubicada en Montjuic por el mismo periodo de tiempo, sin ofrecer antes a la de Palma una propuesta similar, como lamenta el concejal Noguera.

Successió Miró no se plantea «por el momento» trasladar en el futuro la colección a Mallorca, «puesto que las obras acaban de llegar a Barcelona». Tampoco hay más cesiones en perspectiva, pero el nieto del artista recordó que este organismo «constantemente realiza movimientos de las obras en función de proyectos y otras circunstancias».

‘El legado más íntimo’

Los especialistas de la Fundació están trabajando actualmente en la colección para poder exponer parte de ella de nuevo al público desde el 31 de marzo hasta el 25 de septiembre. La muestra, que se titula Miró. El legado más íntimo, «descubre una faceta poco conocida de Miró, la de coleccionista de su propia obra, que se tradujo en la creación de tres colecciones personales: la suya, la de Pilar y la de Dolors», dicen en referencia a su mujer y su hija. El depósito de 59 piezas (las 54 suyas y cinco de su amigo Calder) no se expondrá en su totalidad, pero sí una parte junto con otras obras que Pilar Juncosa, Dolors Miró Juncosa y el resto de la familia han donado o depositado en la entidad. Entre todas se realiza un recorrido por su vida artística, desde que tenía 17 años y pintó Bosc de Bellver hasta 1976, fecha en la que firma el óleo sobre tela Personnage et oiseaux devant le soleil.

La exposición presentará casi 80 obras de Joan Miró con las que recorrer el camino que va de la creación de una colección propia, que con el tiempo se convierte en familiar, hasta el legado a la Fundació de Barcelona. Comisariada por Marko Daniel, con la ayuda de Elena Escolar y Dolors Rodríguez, mostrará lienzos de juventud, como el citado del bosque de la capital balear; los dibujos Oiseau (1938) y Femme entourée d’oiseaux regardant le lever d’une étoile (1942), además de otros siete; y decenas de pinturas regaladas a su familia más cercana.

La programación pública y educativa vinculada a la exposición «abarcará propuestas para todos los públicos (visitas, talleres y otras actividades), presenciales y digitales», tal como explicaron desde la Fundació. Todo ello gira «en torno a dos conceptos fundamentales: por un lado, la faceta de coleccionista de Joan Miró, que se aborda de forma global, y por otro, la actualidad de sus planteamientos pictóricos», ya que ofrece un «concepto abierto que cuestiona la representación, el soporte, las nociones de figura y fondo e incluso el propio medio».

'Bosc de Bellver', la obra más antigua

La obra Bosc de Bellver fue pintada por Joan Miró en 1910, cuando tenía 17 años, y es la más antigua de las depositadas en la Fundació de Barcelona. Se trata de un pastel sobre papel, uno de los primeros trabajos pictóricos del artista, de ahí su gran valor, y permanecerá en la sede de Montjuic durante cinco años prorrogables. Los pinos mediterráneos que traza son los del bosque palmesano y la obra pertenece a la colección que Miró hizo a su familia. El artista se casó en Ciutat con Pilar Juncosa el 12 de octubre de 1929.

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