El Atlético Baleares recibe este mediodía al Costa Brava (12:00 horas, Footters) con el objetivo de rearmar su moral, tras el tropiezo en Linares (2-0) en la jornada disputada el pasado miércoles, y de sumar tres puntos más que le permitan seguir en las primeras posiciones de la clasificación. Unas plazas que dan acceso a la pelea por el ascenso y a las que apunta un equipo palmesano que aún tiene pendientes dos partidos (aplazados en su día por la covid).
No se fía, pese a la situación del Costa Brava –penúltimo y a seis puntos de la permanencia–, el técnico de los blanquiazules, Xavi Calm. Y tiene motivos, puesto que los catalanes llegan tras encadenar seis partidos sin perder, aunque llevan cuatro empates de forma consecutiva.
La buena noticia para Calm es que ha comenzado a recuperar efectivos y podrá hacer una convocatoria con jugadores del primer equipo. Con el portero René lesionado y la duda de Josep Jaume, el once será similar al que hincó la rodilla en Linares, aunque el técnico catalán puede hacer más variaciones y cambiar alguna cosa en un equipo que no puede permitirse el lujo de ceder puntos en su campo.
Precisamente, la fortaleza en el Estadio Balear de los blanquiazules es lo que más preocupa al segundo entrenador del Costa Brava, Òscar Álvarez. «Nos enfrentamos a un equipo muy fuerte en casa. Debemos salir convencidos de lo que estamos haciendo y minimizar su potencial como conjunto y calidad individual», explicó el entrenador de los catalanes, que en este mercado de invierno ha visto cómo se incorporaban varios futbolistas con el reto de dar la vuelta a la preocupante situación de su equipo. Entre los refuerzos cabe destacar al lateral mallorquín Campins y Nuha Marong, exdelantero del Baleares.
Por lo que respecta al conjunto blanquiazul, todos los jugadores disponibles están citados en el Estadio Balear y la convocatoria dependerá de cómo se encuentren Alfonso, Hugo Rodríguez y el ya mencionado Jaume. Además, podrá contar con los últimos refuerzos, Gorka Zabarte y Tòfol Montiel, ya que el club palmesano tramitó ayer sus fichas.
El mallorquín Tófol Montiel, cuya cesión desde la Fiorentina se cerró el viernes, llegó ayer a Palma y se incorporó de inmediato a los entrenamientos. Recibido con el clásico pasillo por sus compañeros, podría estar hoy en el banquillo ante el Costa Brava al igual que otro de los refuerzos de enero, el defensa Gorka Zabarte, si Xavi Calm así lo considera.
