Tres responsables de una obra de Inca aceptaron ayer sendas penas de nueve meses de prisión, sustituidos por 2.160 euros de multa, por un accidente laboral en el que un trabajador de 52 años sufrió lesiones graves y quedó incapacitado por deficiencias en los sistemas de seguridad. Los acusados, dos de ellos representados por Aset Abogados, se enfrentaban a una petición fiscal de dos años y medio de cárcel pero ayer alcanzaron un acuerdo con el ministerio público y se declararon culpables de un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de lesiones imprudentes.

Los hechos ocurrieron en junio de 2007, cuando la víctima trabajaba en el desencofrado de un patio de luces en la obras de reforma de una guardería. El obrero se precipitó desde una altura de tres metros y medio, puesto que no había barandillas ni puntos de anclaje para utilizar cinturones de seguridad, sufriendo graves lesiones y secuelas por las que se le ha concedido la incapacidad.