El picudo rojo ha llegado a Bunyola, un municipio hasta ahora libre de la esta plaga que afecta a las palmeras, y lo ha hecho infectando uno de los ejemplares emblemáticos del núcleo urbano.

La palmera de la antigua clastra de Son Trobat, en la calle del Sol, está afectada por este coleóptero originario de Asia y que ya ha infectado a miles de ejemplares de toda la isla.

Fueron los vecinos de esta calle quienes hace pocos días avisaron al consistorio de la mala situación en que se encontraba el árbol. El alcalde de Bunyola, Jaume Isern, ha explicado que ya se ha realizado el tratamiento tanto a esta como a otra palmera pública situada en el cementerio y también afectada por el picudo rojo.

La palmera de Son Trobat, que tiene cerca de 60 años, es uno de los árboles más característicos de Bunyola. Su importancia social se refleja en el hecho que ha dado lugar al toponímo urbano ´sa Palmera´ para referirse al lugar donde se encuentra.

Otros propietarios privados del pueblo también han aplicado el tratamiento preventivo a sus ejemplares, como los de los jardines modernistas de Villa Francisca (sa Torre), que ya lo hicieron hace meses.

Si tras el tratamiento la evolución de los dos ejemplares públicos afectados no es satisfactoria, deberán ser eliminados siguiendo el procedimiento marcado por la conselleria de Medio Ambiente.