La presidenta del Consell, Maria Salom (PP), se reunió ayer con los alcaldes y regidores de los ayuntamientos de ses Salines y Santanyí para conocer de primera mano su situación. En ambos municipios salió a la luz la elevada deuda pendiente de pago por parte del Consell y del Govern a los consistorios. Tomeu Lladonet (Convergència), alcalde de ses Salines, recordó que al ayuntamiento que él dirige le deben un total de 1.100.000 euros. Por su parte, Miquel Vidal (PP), alcalde de Santanyí, reconoció que la deuda del Consell es mucho menor que la del Govern: "No obstante, para nosotros es de agradecer que vengan a nuestro pueblo (en relación a la visita de Salom) y nos den la confianza de que las cosas pueden ir mejor a corto plazo".

Cabe señalar que Salom alabó la gestión económica del ayuntamiento de Santanyí, y también destacó la de ses Salines (con frecuentes superávits). Eso sí, Lladonet advirtió que "el ayuntamiento no puede asumir más gastos y competencias, el estado actual es realmente delicado".

En cuanto a Santanyí, Salom aplaudió al equipo de gobierno comandado por Vidal: "Si todos los consistorios llevasen a cabo la misma gestión económica, que van al día con los pagos a proveedores, y acaban el ejercicio con superávit, el Estado español no estaría como está, y seguro que nos iría mucho mejor".

Piden la rebaja del IBI

La oposición de Santanyí y ses Salines critica múltiples decisiones de sus respectivos gobernantes. Sin ir más lejos, el PSOE de Santanyí emitió recientemente una nota denunciando: "Ante la situación de crisis económica que estamos padeciendo, las políticas de recortes económicos y sociales del PP no hacen más que empeorar la situación de las personas".

Juli Fuster, líder socialista santanyiner, pedirá al pleno la rebaja de la cuota del IBI. También presentará tres mociones encaminadas a recuperar derechos sociales, y contra la importación de basura europea.