"Domingo de Resurrección. Primer día de la semana. La gran fiesta cristiana, la madre de todas las fiestas. Hoy nos congratulamos con Cristo; nos contagiamos de su Resurrección y nos felicitamos con María al encontrarse con su hijo vencedor de la muerte". Así se anunciaba en Manacor la fiesta del día de Pascua. Un año más, la procesión matinal tuvo la plaza de sa Bassa como principal foco de atención, pues no llovía y las dos imágenes protagonistas allí debían verse. La Mare de Déu, fiel a la tradición manacorina, agachó la cabeza varias veces a modo de emocionado reencuentro y reverencia. No faltaron los centuriones ni los pequeños ángeles, así como los músicos de la banda, que interpretaron piezas de costumbre como la de "Hem mort un mè, hem fet panades, i en menjarem fins que en tenguem ganes". Como anécdota, el hecho de que vecinos, al oír las campanadas comentasen que el pasado miércoles, a medianoche, tras la victoria del Real Madrid, alguien activara el repique de campanas de la iglesia durante casi diez minutos.

Por la tarde, ayer, empezó a llover. En el municipio hubo hasta diez celebraciones litúrgicas.