OPINIÓN

Ro adelanta sin querer a Cati Cladera

Rosario Sanchez.

Rosario Sanchez. / PSOE Palma

Mateu Ferrer

Mateu Ferrer

Por una vez, la aburrídisima coletilla de «motivos personales» aducidos para una dimisión política son verdad y no pura parafernalia. Las circunstancias vitales de Rosana Morillo la empujaban hace tiempo a dejar un cargo que requiere dedicación y larga estancia en Madrid. La secretaria de Estado de Turismo saliente vuelve a Puigpunyent y a la privada como había pedido, pero Francina Armengol no podía permitirse perder la menguante cuota balear en otro Gobierno socialista.

Rosario Sánchez –Ro para sus amigos y próximos en el partido– no se sentía del todo realizada haciendo oposición en Cort, donde además los socialistas palmesanos siguen siendo más PSOE que PSIB. Armengol quería a Ro disputando la alcaldía de Palma al PP, en cuyas listas ‘rodriguistas’ por cierto llegó a ir la progenitora de la flamante secretaria de Estado. Pero de una crisis, una oportunidad. La presidenta del Congreso ha gestionado con el ministro Jordi Hereu el ascenso de Sánchez, una gestora solvente aunque lega en Turismo, que no es cosa menor. En una buena carambola para Francina Armengol, también acerca a su amiga al arduo día a día en la capital de España, donde los confidentes y aliados se necesitan y valoran más que nunca.

La nueva número dos de Turismo no ambiciona para nada ser candidata socialista al Consolat en 2027, pero sin pretenderlo se sitúa ahora en la línea sucesoria muy por delante de Cati Cladera, su colega de antaño en la Sindicatura de Cuentas y con la que mantiene buena relación. La ex presidenta del Consell de Mallorca lleva un tiempo moviéndose en la part forana para el puesto, pero Armengol siempre premia la fidelidad y no perdona que se pongan de perfil cuando vienen mal dadas. Y en el caso Koldo, el ghosting de Cladera ha sido clamoroso.

Suscríbete para seguir leyendo