Cuatro años de nuestra vida en el coche. Es el tiempo que pasa de media un español al volante a lo largo de toda su vida, según un estudio del Instituto CSA Research y Citroën. Algo que sonaba a exageración en el caso de Mallorca, donde 'en 10 minutos estás en cualquier sitio', hasta que llegó el gran colapso.

Constatar el fracaso estrepitoso del transporte colectivo y de la movilidad sostenible en Balears es a lo que más espacio dedica el nuevo Plan Director Sectorial de Movilidad, y que en estos momentos se encuentra pendiente de su revisión por parte de la Comisión Balear de Medio Ambiente. Mientras el documento esboza con dificultad propuestas concretas para cambiar el rumbo, admite sin tapujos lo ocurrido durante los 10 años de vigencia del anterior plan: un incremento del 42% del tráfico en las carreteras, "cuando la población ha crecido un 10%. Es decir, la movilidad en coche ha aumentado mucho más que la dinámica socioeconómica", escriben los técnicos de movilidad en el nuevo plan.

¿Era este nuestro destino irremediable? Según los técnicos del Govern, el contexto español ha sido muy diferente. En España el uso del coche privado ha bajado un 6% en el mismo período en el que los isleños nos subíamos al coche de manera compulsiva. Casi un 60% de los desplazamientos que hacen los baleares son en automóvil, "muy por encima del 42% de la media española o del 36% de Euskadi". Aunque los coches de alquiler aumentan un 25% el tráfico en verano, con 85.674 de turismos, según el Govern los 'rent a car' no son los causantes de la saturación de las carreteras, si se atiende a las conclusiones del informe de Turismo sobre estos vehículos.

"El uso del transporte público es muy bajo, menor aún el índice de desplazamientos a pie (32,8%) y en bici (1,8%), a pesar de que la densidad de población es muy superior en Balears que en España", afirman los técnicos. Estamos más cerca unos de otros, apiñados en algunos casos, pero no bajamos del coche ni por equivocación. "Un 63% de los desplazamientos tienen origen y destino en el mismo municipio", lamenta el ejecutivo.

Transporte público

Cerca del 70% de los trayectos para ir a trabajar se hacen en coche. El transporte público no es actualmente una buena opción, teniendo en cuenta que de media se tarda un 40% más. El borrador lo deja claro, hoy día la red ferroviaria no es una alternativa al coche. "Se requiere un esfuerzo en la modernización de la red, para que pueda ser competitiva, sobre todo en tiempo, en relación al vehículo privado". El plan de movilidad del 2006, aún vigente, apostaba teóricamente por el tren. Pero, según admite el Govern, entre la crisis, la falta de recursos públicos ­- "se preveía una inversión de 1.800 millones en red ferroviaria"- y la falta de voluntad política, dejaron en nada las ansias de transporte público. Eso sí, se hizo el metro "con solo 750.000 viajeros al año, la mitad de los previstos".

"Por el contrario, no se han llevado a cabo las ampliaciones de la red ferroviaria previstas en Alcúdia, Cala Rajada, Santanyí, Cala RajadaSantanyíses Salines, así como los proyectos tranviarios", recuerda el documento. Y es que pese a los 1.800 millones de euros trazados sobre el papel del plan de Jaume Matas, tan solo él con el metro y anteriormente el primer Pacte de progrés con la inauguración de la línea Palma - PalmaManacor, han recuperado kilómetros de vía.

Lo cierto es que ni el segundo pacto, ni el gobierno de Bauzá ni el ejecutivo actual han incrementado la red ferroviaria. "De los ocho objetivos que se marca el plan de movilidad, el primero es el transporte público", asegura el director general de Transportes, Jaume Mateu. Asimismo, afirma que el documento que tiene que recoger las medidas concretas que se desprendan del borrador actualmente en manos de la comisión medioambiental que preside Antoni Alorda "tendrá más kilómetros de red ferroviaria", aunque lo que es casi seguro es que ya no será en esta legislatura, si se llega a materializar. Por el momento, el Govern solo ha previsto la electrificación de la línea hasta Manacor y sa Pobla, y la renuncia al tren de Llevant le ha supuesto críticas, también internas.

Para Mateu, la prioridad es reforzar con más frecuencias y más rutas el area metropolitana de Palma. "Necesitamos una red de transporte público más global y flexible, que permita movimientos en distintos sentidos y no solamente desde la part forana hacia Palma".

Quitar rigidez a un sistema que tarda hasta tres horas para hacer un trayecto entre Cala Rajada y la capital de la isla se ve como una quimera difícil de alcanzar. Mateu confía que el nuevo plan vea la luz antes de final de año, aunque sin financiación será papel mojado.

El reto de trabajar en Son Sant Joany llegar puntual

Carol Llompart y Cecilia Rubio trabajan en el aeropuerto, por lo que cada día llegar puntual se convierte en todo un desafío. "Vivo en Son Espanyolet y tanto si elijo ir por el Paseo Marítimo como por la Vía de Cintura encuentro atascos. El colapso circulatorio lo noto desde marzo, cada año llega antes. Es como si hubiera accidentes en todas partes", lamenta Llompart. "Habría que fomentar el transporte público, pero es complicado arreglar esto", añade.

Rubio vive en Bahía Azul. "Voy al aeropuerto por la autopista y frecuentemente me quedo atrapada en el coche. Tengo que salir de casa con mucho tiempo de antelación y a veces tengo que salir por la salida de la ITV porque la del aeropuerto está colapsada. El verano será horrible", indica.

"También es un desastre llevar a los niños al colegio. Los padres tenemos un grupo en WhatsApp en el que vamos escribiendo el parte del tráfico para tomar rutas alternativas cuando hay atascos", comenta Rubio.