El vicepresidente del Govern, Biel Barceló, presentó ayer su dimisión tras perder el apoyo de su partido, Més, y de la presidenta Francina Armengol, por sus vacaciones gratis en Punta Cana. La formación ecosoberanista y la líder del Ejecutivo evitaron defender al vicepresidente por su viaje a República Dominicana destapado el martes por este diario y cuyos gastos corrieron a cargo de la empresa turística Globalia. Estas vacaciones, que Barceló inició en un día de pleno y con las que vulneró los códigos éticos de Govern y Més, han sido la gota que ha colmado el vaso después de un año en que el vicepresidente ha acumulado el escándalo por los contratos de varias consellerias de su partido a su jefe de campaña y tras la imputación de su número dos en Turismo por el caso Cursach.

Las vacaciones de Barceló en Punta Cana, invitado por el programa deportivo Fora de Joc de Canal 4 Televisió y que corrieron a cargo de la citada empresa turística, no sólo desencadenaron entre la tarde del martes y la jornada de ayer una crisis en el seno del Pacto, sino que el viaje, del que muchos miembros de Més se enteraron por este diario, causó malestar en el partido ecosoberanista, que se vio incapaz de defenderleincapaz de defenderle. La consellera de Servicios Sociales, Fina Santiago, fue la primera en censurar públicamente la actuación de Barceló el martes por la tarde y durante el día de ayer le siguieron otros destacados dirigentes de Més, como el alcalde de Palma, Antoni Noguera, o el conseller Vicenç Vidal.

Més asume la "imprudencia"

A primera hora de la mañana de ayer se suspendió la reunión de seguimiento del Pacto prevista entre PSIB, Podemos y Més. Los ecosoberanistas no querían que sus socios condicionaran su decisión y convocaron una reunión de urgencia de su cúpula a primera hora de la tarde. A esta reunión acudieron además de los miembros de la cúpula, los principales cargos públicos de la formación: los consellers Santiago y Vidal, el alcalde Noguera y el presidente del Consell, Miquel Ensenyat.

La reunión, celebrada en la sede de IniciativaVerds y que se inició a las cuatro de la tarde y a la que todos los miembros llegaron con semblante serio, se prolongó durante más de dos horas y media. Sin embargo, Biel Barceló expresó desde un principio su predisposición a dimitir y dejó la decisión en manos de los suyos. Pese a que hubo algunas reticencias -Ensenyat estuvo entre los que expresó sus dudas-, se acabó imponiendo el aceptar la dimisión.

"[Barceló] Ha valorado la repercusión de su viaje y nos ha comunicado que presentaba su dimisión", explicó la coordinadora y portavoz de Més, Bel Busquets, que destacó que "le honra". Según Busquets, "no hubo lugar" a que la ejecutiva le pidiera su dimisión ni que se analizara si el viaje incumplió el código ético. Sin embargo, diferentes cargos de Més coincidieron a su salida de la reunión en asumir como "imprudencia" las vacaciones en Punta Cana.

Conversaciones con Armengol

Al finalizar la reunión y antes de que se confirmara su salida, el propio Barceló llamó a Armengol para presentarle su dimisión. La presidenta del Ejecutivo, que aceptó la decisión, ya le había comunicado por la mañana que no tenía su apoyo y le había pedido que reflexionara sobre su futuro. Fue posteriormente cuando la líder socialista calificó públicamente de "error" sus vacaciones gratiscalificó públicamente de "error" sus vacaciones gratis en República Dominicana.

Podemos, que sólo un mes atrás dejaba "sin más margen de error" al vicepresidente por los escándalos en el seno de su conselleria, pese a la prudencia inicial, reclamó ayer su dimisión. El portavoz de Podemos, Alberto Jarabo, dejó en manos de Més la decisión con la confianza de que estuvieran "a la altura", pero la secretaria general del partido morado en las islas, Mae de la Concha, trasladó a Armengol que si los ecosoberanistas no forzaban la dimisión de su candidato en las últimas elecciones, era la presidenta quien debía cesarlo de la vicepresidencia.

La dimisión de Barceló se hará efectiva en los próximos días y lo que quedó en el aire fue si el hasta ahora vicepresidente mantendrá su escaño como diputado en el Parlament. Según diferentes miembros de la cúpula de Més, este fue un extremo que no se abordó en la reunión que mantuvieron. Barceló comparecerá hoy en rueda de prensa para explicar su dimisión y este será uno de los aspectos que deberá aclarar.

Con esta dimisión Barceló cierra un año en el que se ha convertido en blanco de la oposición y de las críticas internas de los partidos del Pacto. La crisis de los contratos a Jaume Garau a finales de marzo, que se saldó con la dimisión consellera de Més, Ruth Mateu, y las posteriores imputaciones y dimisiones primero del director de la Agencia Balear de Turismo, Pere Muñoz, y después de la directora general de Turismo, Pilar Carbonell, habían dejado ya muy tocado al vicepresidente. Sin embargo, hasta la fecha había conservado el apoyo cerrado de Més y de Francina Armengol. Ayer la cosa cambió y fue clave en su devenir.

La cúpula de Més cerraba ayer filas con Barceló tras su dimisión destacando con los ojos llorosos haber actuado en consecuencia. Barceló abandonó la sede del partido sin dejarse ver por los medios.