El pequeño pueblo de Ariany, en el corazón del Pla de Mallorca, se ha despertado hoy sobresaltado por la presencia de un amplio dispositivo policial que a primera hora de la mañana ha detenido a un presunto miembro de la organización Dáesh en su propio domicilio, ubicado justo al lado del Ayuntamiento, en la calle Major de la localidad. Algunos vecinos han expresado su "sorpresa" por la detención de un residente que, según aseguran, llevaba una vida de lo más normal, aunque algunos de ellos han apuntado que en los últimos años "había cambiado" de aspecto, ofreciendo una imagen más radicalizada, con barba larga y túnica blanca "hasta los pies". Su mujer también habría experimentado un cambio estético. "Era la única del pueblo que llevaba un 'burka', solo le veían los ojos", ha explicado una vecina.

Según han explicado, el detenido trabaja de pescador en Palma. Nadie se esperaba que un hombre que llegó "hace unos diez años" a la localidad pudiera estar vinculado a una organización terrorista como el Estado Islámico. "Cada día lo veíamos por aquí, era una persona muy normal, saludaba y era simpático, nunca había creado ningún problema", ha apuntado una funcionaria del Ayuntamiento que, a pesar de la proximidad de la casa del detenido, no ha visto la operación policial porque la Sala todavía no había abierto sus puertas.

En el café ubicado en la plaza de Ariany, a escasos 50 metros del domicilio donde a primera hora de la mañana se ha producido la detención, varios jubilados hablaban sobre el incidente. "Han venido muchos policías de esos que van en furgoneta y llevan la cara tapada". La camarera del local ha explicado que el joven detenido "era muy curro y 'senyoret'". No obstante, en los últimos dos años "había cambiado" y "ya no hablaba con nadie". "Lo veías serio y diferente, siempre caminaba solo", ha añadido.