­Este verano transcurrió como cualquier otro estío en la zona cero de Magaluf. Si acaso, la temporada arrancó con más casos trágicos de ´balconing´ y el consiguiente llamamiento a la mesura del Foreign Office. Pero la situación ha debido desbordar la paciencia de los tour operadores, quienes se han quejado a Turespaña (organismo público de promoción). Argumentan que les penaliza la comercialización de Mallorca en el mercado británico, aunque esto no ha sido óbice para disparar el número de turistas en 2011 y 2012.

Uno de los mayoristas más incisivos es el director de Cosmos, Hugh Morgan. Este veterano ejecutivo posee una vivienda en la isla y conoce el paño de primera mano. Durante un desayuno celebrado en Londres con el ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, el ejecutivo de Cosmos expuso sus inquietudes sobre la seguridad y la reputación. Fuentes de Turespaña alertan de que Magaluf "se ha convertido en una cuestión de Estado". Comparan el perjuicio con lo que sucedía con Sant Antoni en Eivissa.

El director de Turespaña, Manuel Butler, prevé trasladarse hasta Calvià la próxima semana para evaluar la situación. Pese a las inversiones de Meliá (Nikki Beach y Wave House), Abel Matutes (Mallorca Rocks Hotel) o el desarrollo urbanístico proyectado por Pedro Pascual en la Marina de Magaluf, en el imaginario británico persiste el turismo de juerga sin fin. Por este motivo, Melià se guarda de vincular sus establecimientos recién reformados a Magaluf. Los sitúa en Calvià.

Uno de los objetivos de la conselleria de Turismo consiste en recomponer la imagen de la zona a medio plazo. Una de las primeras intervenciones estriba en acondicionar la segunda línea del boulevard con el dinero procedente de la legalización de plazas hoteleras. Para acometer las obras en el boulevard, la Conselleria tendrá que contar con el respaldo económico del ayuntamiento de Calvià.

La otra medida pendiente es difundir en el exterior las inversiones acometidas y el cambio de concepto turístico en contraste a las borracheras. No será fáci. Los medios de comunicación británicos han hecho de Magaluf su escenario privilegiado. El programa de telearrealidad Geordie Shore, emitido por la MTV, ha puesto en el disparadero a la costa calvianera. Tanto medios escritos como audiovisuales envían a sus equipos al espectáculo de Punta Ballena.

Un rastreo por las redes sociales ahonda en el tirón que conserva Magaluf como destino ´iniciático´ entre los más jóvenes. Comentarios de este corte inundan internet: "Haría cualquier cosa para rebobinar un mes y volver a Magaluf" o "Qué envidia, mi hermano se va mañana diez días a Magaluf. ¡Me gustaría ser mayor!"

Los medios sensacionalistas no son ajenos a estas expresiones. "Magaluf puede ser el sitio favorito de los jóvenes británicos, pero esta sirviendo un peligroso cóctel vacacional que seguramente conducirá a más desastres en el futuro", escribió el Daily Mail.