El exgerente del PP Antonio López, dueño de la tienda de Inca que gestionó la adquisición de seis televisiones de lujo destinadas al palacete de la calle San Felio, acusó a la familia Matas de haberle utilizado, según reflejan las cintas inéditas del caso Palma Arena a las que ha tenido acceso este periódico.

La esposa de López, Josefa Lorca, también figura como propietaria del establecimiento de electrodomésticos, y ha sido imputada por un delito de blanqueo de dinero. Pero es el marido quien aparece supuestamente como el comprador de los aparatos electrónicos y el autor del ingreso de billetes de 500 euros en un banco para sufragar las televisiones, en julio de 2005. Su mujer declaró que la adquisición de los receptores tenía como finalidad saldar una antigua deuda con la familia Matas. El ex gerente del PP mantiene el día 6 de enero de 2010 varias conversaciones telefónicas con el cuñado de Jaume Matas, Fernando Areal, al que acusa de haberle utilizado para camuflar la venta y de haber provocado una gran crisis familiar.

Areal: ¿Qué pasa?

López: Oye una cosa, vosotros habéis comprado algo a mi nombre y habéis pagado algo a mi nombre, además de....

Areal: Como que si hemos comprado algo a tu nombre Toni, cómo me preguntas eso a mí.

López: ¡Coño! Te lo digo sinceramente.... En el periódico salió una factura de 45.000 euros y yo no sé de qué es esto.

Areal: ¿Una factura de 45.000 euros?

López: De más productos, sí.

Areal: ¿Cómo voy a comprar algo a tu nombre Toni?

López: Espero que no, espero que no hayas comprado nada a mi nombre ni lo hayas pagado a mi nombre porque yo no tengo factura ni tengo nada.

Areal: ¿Tú crees que yo soy capaz de hacer una cosa de esas?

López: Yo solo te pregunto Fernando, yo solo te pregunto.

Areal: Es que la pregunta ya ofende Toni, con la pregunta ya ofendes.

La conversación se interrumpe pero después Fernando Areal vuelve a llamar a López.

Areal: Si tienes algo, ¿por qué no se lo dices a Jaime ¿Por qué me tienes que decir a mí estas cosas?

López: Tú fuiste el que viniste.... Tú fuiste el que...

Areal: ¿Que yo qué?

López: Diciendo que habías hecho el encargo, que nos lo facturarían a nosotros, fuiste tú.

Areal: Toni....Toni.

López: Fuiste tú, no fue él.

Areal: Ah. ¿No fue él?

López: Quiero decir que podéis haber falseado una compra a mi nombre. Ya no como, ya no duermo, ya no vivo.....

Areal: Pero, ¿por qué no se lo dices a él?

López: Tú viniste a mi casa a decir que habías hecho un pedido y que nos lo facturarían a nosotros para regularizar la cosa.

Areal: ¿Tú lo habías hablado con él?

López: Él, no. Tú viniste, tú fuiste. Me habéis metido en esto sin saber, me habéis hundido el negocio, me habéis hundido la familia, me lo habéis hundido todo. Yo no he hecho absolutamente nada... Fernando, nada, esto no nos lo merecíamos.

Siguiendo con la conversación, el exgerente del PP muestra su pesimismo por la situación familiar y económica que atraviesa.

López: Me hundes en la miseria Fernando.

Areal: Pero es que yo estoy hundido en la miseria.

López: No, perdona, pero es que yo, es que además, aunque quiera vender patrimonio no, no, no... Nadie me compra porque nadie compra. Yo necesito, necesito vender, es que no sé cómo coño lo voy a hacer, es que no lo entiendes, además, mañana me quedo sin empleo, es que no lo entiendes, es que no sé cómo tengo que pagar.

Areal: Tú tienes una tienda y yo me quedo en la calle, no tengo nada.

López: Soy un exgerente del PP y aquí hay 27.000 dudas.

El excuñado de Matas se siente ofendido por el tono de la conversación.

Areal: Me he has llamado acusándome a mí....

López: Acusándote de nada, te digo que en el año 2005 Pepi (su mujer) no tenía ni puta idea de que habíais comprado algo... Dada la amistad que tenemos con la familia...

Fernando Areal intenta tranquilizar a su amigo.

López: ¿Tú sabes la situación en que nos encontramos?

Areal: Lo sé, lo sé. Tienes que estar tranquilo y yo hubiese venido a estar con tu mujer, porque me supo muy mal y en vez de llamar a Jaime me tienes que llamar....

López: Yo no tengo que llamarle para nada. Qué coño tengo que llamarle yo, para contarle qué, ¡Joder! Qué le voy a contar yo.....