Desde el aeropuerto de Palma se aseguró ayer que todos los vuelos nocturnos, al margen de las fechas en que se registren estas operaciones, deben de cumplir con unos requisitos especiales para limitar las molestias que puedan generar. Así, y siempre que la seguridad lo permita, se evita sobrevolar las zonas más pobladas, como Can Pastilla.

Además, se destaca que se han fijado unos protocolos que deben cumplir los pilotos, como ralentizar los motores para rebajar los niveles de ruido en el momento de los aterrizajes.

Fuentes de Son Sant Joan señalaron que se han instalado medidores de ruido en diferentes barriadas próximas para comprobar que este tipo de exigencias son respetadas por las aeronaves.