El simple gesto de bajar dos grados el termostato de la calefacción eléctrica puede suponer un ahorro en la factura cercano al 20%, que no es un porcentaje nimio en un recibo que se va a incrementar un 10% a partir de mañana.

Este es uno de los consejos dados por Jaume Fornés, presidente de la patronal de instaladores eléctricos y de telecomunicaciones de Mallorca (ASINEM), para conseguir suavizar un incremento tarifario que no dudó en calificar de "disparate".

"Ya sólo a lo largo de este año la factura eléctrica ha subido un 20%, lo que es un absurdo. Y desde 2005 el precio que pagamos por la electricidad se ha encarecido un 70%. Y es falso que tengamos una de las tarifas más bajas de la Unión Europea. Ahora, antes de la subida del 10% prevista a partir del 1 de enero, estaríamos por encima de la media en la zona euro. Por debajo de lo que se paga en Alemania, eso está claro pero sólo hay que ver cuál es su renta per cápita, pero con un precio superior al que se paga en Italia y Portugal y muy parejos con las tarifas que satisfacen los franceses", explicó Fornés.

Para el presidente de los instaladores eléctricos el problema radica en que desde el año 1996 se está pagando a las eléctricas por un déficit de tarifa. "En ese año las compañías eléctricas aseguraron que estaban vendiendo la electricidad más barata de lo que en realidad les costaba producirla y consiguieron que el Gobierno les aceptara ese déficit y se comprometiera a resarcirlas por ese desfase. Pero eso fue en el año 1996. Se puede poner un ejemplo muy gráfico con una empresa que se dedique a cualquier actividad. En sus primeros años puede perder dinero pero, una vez que se ha consolidado, llegan los beneficios. Y estas subidas que aplica el Gobierno central son debidas a este presunto déficit tarifario. Lo que se debería aclarar de una vez por todas es cuál es el precio real del kilovatio/hora en el mercado eléctrico", reclamó Fornés.

El presidente de los instaladores también matizó las declaraciones del ministro de Industria, Miguel Sebastián, que aseguró que el incremento de la tarifa supondrá un sobrecoste de 3,2 euros al mes. "Poco más que un café", remachó el titular de Industria.

Más el 18% de IVA

"Sí, 3,2 euros para una factura de 32 euros. Pero si tu recibo asciende a noventa euros, que no es una cifra exagerada, el sobrecoste ya rondará los nueve euros mensuales más el 18% correspondiente al IVA", repasó las cuentas del ministro el presidente de los instaladores eléctricos de Mallorca.

Fornés aconsejó a los consumidores domésticos un esfuerzo por tener un aislamiento eficiente en sus domicilios para optimizar la eficiencia energética ya que estimó que aproximadamente el 60% del importe de la factura eléctrica en invierno procede del uso de la calefacción de la misma manera que en verano el aire acondicionado o los diferentes climatizadores eléctricos suponen el 50% del gasto.

"Los aparatos que más gastan son los que funcionan con una resistencia, como la vitrocerámica o las secadoras mientras que el alumbrado no supone ni un cinco por ciento del consumo total", aclaró.

Entre los consejos dados por el presidente de ASINEM para conseguir rebajar el importe de los recibos eléctricos el año que viene , aparte de bajar la temperatura de la calefacción, estaría el de instalar bombillas de bajo consumo para el alumbrado o acogerse a las dobles tarifas vigentes en el mercado regulado.

"Se trata de una tarifa que te cobra el kilovatio a un precio durante el día y a otro inferior durante la noche, que es cuando has de aprovechar para los electrodomésticos a un coste energético sensiblemente inferior", recomendó Fornés.

Lo que sí lamentó el presidente de los instaladores es que las compañías eléctricas sigan cobrando a sus clientes cada dos meses en función de lecturas estimadas, independientemente de lo que hayan consumido en realidad. "Las compañías deberían hacer estudios personalizados a sus clientes para saber qué es lo que consumen cada mes y facturarles en función de su gasto real", propuso Fornés.