Crear protocolos para impulsar "juegos no sexistas" en los patios de los colegios y eliminar del esparcimiento del recreo "los estereotipos que mantengan los roles machistas". Ése es el objetivo de la propuesta no de ley aprobada esta semana por el Congreso de los Diputados, en concreto por su Comisión de Igualdad. El sindicato de profesores ANPE se apresuraba en criticar la medida al considerarla una "ingerencia excesiva", algo que también se planteaba la patronal mayoritaria de colegios concertados, Escola Católica. En general, la mayoría de colectivos de la comunidad educativa balear consultados por este diario no se oponen a la idea, si bien cada uno añade sus matices y expresa su confianza en que se aplique con sentido común.

Desde ANPE, a nivel nacional, se criticaba que esta medida es "imposible de aplicar" y se cuestionaba si es incluso "represora". La cabeza del sindicato en Balears, Aina Aguiló, indicó que hay que educar "en el aula" y que es en el tiempo del patio cuando los niños "tienen que jugar libremente". "La única regla que tiene que haber en el tiempo del recreo es la de la seguridad de los alumnos", añadió la sindicalista, quien recordó que en clase ya se trabaja la igualdad de género, de forma transversal y en currículos concretos como el de Educación para la Ciudadanía.

Desde la patronal de colegios concertados mayoritaria en el archipiélago, Marc González aseguraba apoyar el fomento de la igualdad durante el recreo aunque "chicos y chicas jueguen juntos cada vez más". Duda sobre si es necesario regular este aspecto: "No sé hasta qué punto nos hemos de meter, parece que el siguiente paso será imponer", comentaba, "llegará un momento en que prohibirán jugar a ´policías y ladrones´ por ser políticamente incorrecto". No le da excesiva importancia a la propuesta no de ley ya que cree que se quedará en una campaña y en "distribuir una serie de materiales y ya".

Jordi Llabrés, presidente de CONCAPA (una federación de asociaciones de padres de colegios concertados), indicó que ya se está trabajando por la igualdad en los colegios y lanzaba una duda: "¿Cuáles son los juegos sexistas?".

La consellera de Asuntos Sociales, Fina Santiago, le daba la vuelta al interrogante: "¿Qué juego es neutral? ¿La Play Station?". En su opinión, no se puede prohibir que los niños jueguen al fútbol y las niñas a las cocinitas. Lo que hay que hacer es trabajar para "introducir a ellos en las cocinitas y a ellas en el fútbol, trabajar para que compartan juegos". Santiago recordó no obstante que el trabajo por la igualdad que se hace en la escuela debe complementarse con una educación en los mismos términos desde los hogares.

En términos similares se expresó Gabriel Caldentey, presidente del sindicato STEI-i, que se mostró de acuerdo con fomentar este tipo de políticas en las escuelas, pero insistió en que también tiene que haber cambios de hábitos en las casas. Valoró que los profesores "echando imaginación" organicen juegos en los que tanto ellas como ellos puedan participar, si bien remarcó que siempre hace falta "dejar un margen a su espontaneidad".

Fernando Martín, presidente de COAPA, la federación que agrupa a más asociaciones de padres, matizó que se están haciendo "interpretaciones desmesuradas" de la propuesta. "No es una prohibición, es una instancia para trabajar la igualdad en un espacio nuevo", apuntó. "No le quitarán la muñeca a una niña, los profesionales sabrán aplicar la norma con sentido común".