Este año 2010 no tiene pinta de ser mejor que el pasado para quienes se encuentran en paro. Los que han agotado el subsidio y están cobrando una ayuda familiar de poco más de 400 euros ven su futuro muy negro, más si tienen niños y hay que pagar la vivienda. Dicen estar dispuestos a trabajar de lo que sea con tal de poder comer, pero el problema es que no les llama nadie, no hay trabajo...

Alejandro tiene 29 años y es Policía Turístico en paro. "No hay dinero y como yo hay más de 300", dice mientras espera ser atendido en la oficina del SOIB. Su situación no le parece normal, después de haber conseguido una plaza de policía y de haberse formado para ello. Por eso mismo, no se plantea cambiar de oficio, aunque él mismo afirma que no ve "mucha solución".

Junto a él, Gabriel Dupetit, nacido en Uruguay hace 51 años, está dispuesto a irse donde sea si con ello consigue trabajo. Ayer era el primer día como parado para este intérprete en la Policía Nacional. "Terminó la temporada y no necesitan intérprete, pero sí que hace falta", explica. "Quiero seguir trabajando de intérprete y a ver qué pasa", afirma sobre sus planes inmediatos.

A las puertas de la oficina del SOIB/INEM de Porta des Camp acuden parados en busca de ayuda. Pero lo de encontrar trabajo parece imposible. "Vengo y no dan ni esperanza. Dicen que tengo que tener un perfil de seis oficios para encontrar trabajo", explica Abel Romero. Llegó de Ecuador hace 9 años, ha trabajado en la construcción y desde hace más de un año está en paro. Ha cobrado ayuda familiar, y entre eso y el sueldo de su pareja consigue sacar adelante a sus dos hijos. Este año no se presenta mejor que 2009. "No sé qué hacer ya. No tengo vivienda, todo lo he perdido... ¿Quiero trabajar!", dice en alto frente a la oficina, donde entran y salen personas sin empleo.

Entre ellos está Antonio, de 52 años y encofrador, pero en paro desde hace siete meses. "Vamos a tener que coger las maletas, y como en tiempos de Franco, irnos a Francia a recoger uvas", ironiza sobre cómo ve su futuro más próximo. Paloma Jiménez intentó montar un negocio. Abrió un bar, pero al año lo cerró y desde noviembre está en paro. "Este año lo veo muy chungo, buscaré trabajo de lo que sea porque tengo que comer", dice esta mujer de 44 años.

Jorge Velarde, con 34 años y ex chófer en un rent a car, hace 20 meses que no tiene trabajo. "No tengo ni paro, voy a solicitar la ayuda familiar. Lo veo fatal, pagando una hipoteca...", comenta mientras guarda turno. Al igual que otros, ha esperado en vano una oferta de trabajo: "No me han llamado ni una vez. Trabajaría de lo que sea".

Isabel Heredia baraja irse del Arenal, donde vive y donde no ve que vayan a mejorar las cosas tras el cierre de hoteles. "Están robando coches, en las casas, de todo... es impresionante", explica. Ha trabajado de camarera y de socorrista, pero ahora vende oro, ha vendido su coche... "Lo vendo todo", bromea.

Yayha Bekkali, de 46 años y albañil en paro desde hace más de uno, intenta sobrevivir como puede, pero para él "no hay trabajo".

Tolo Cerdà describe su situación como "incómoda". Estará tres meses en paro y después volverá a Eivissa, a trabajar en un hotel. Dice que le compensa ,"y sobre todo ahora", aunque le gustaría encontrar un hotel donde le hicieran contrato de un año entero.