La Guardia Civil acordonó la zona y alertó a la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Comandancia (Usecic) y a un equipo de negociadores, que trataron de contactar con él para intentar convencerle de que se entregara de forma pacífica. Sin embargo, el hombre aparentaba estar fuera de sí. Gritaba que era Lucifer y que los iba a matar a todos. Durante la negociación disparó varias flechas con una ballesta desde una ventana a los guardias. Uno de los proyectiles impactó contra el escudo de uno de los agentes de la Usecic.

Ante esta situación y dado el peligro que podía correr la anciana que estaba en la casa, la Guardia Civil ha optado por irrumpir a la fuerza. Un equipo de la Usecic, protegidos con escudos, ha derribado la puerta, ha entrado en la casa hasta la planta superior y han reducido al hombre, que ha opuesto una gran resistencia. Una vez inmovilizado, el detenido ha sido atendido por un equipo de sanitarios del 061, que le han suministrado un sedante. El hombre ha sido trasladado a un hospital para recibir asistencia psiquiátrica, en calidad de detenido.