Hacía 27 años que el pintor sevillano Salustiano García no hacía nada para la ciudad. El Consejo de Hermandades quería un Salustiano y a Salustiano se lo encargan. Buscaba un cristo resucitado y toma a su hijo como modelo.

Y claramente, hay una Sevilla a la que no le ha entrado por los ojos. No lo ven apropiado. Demasiado bello. Lo cierto es que lo difícil es contentar a todos. De su lado tiene a quien le hizo el encargo, el Consejo de Hermandades que prefiere no hablar para no sumar más ruido a la polémica.