La sandía es una de las frutas más asociadas al verano. Además de ser refrescante y altamente hidratante, es una fuente rica en nutrientes que benefician nuestra salud. Entre sus componentes se encuentran la vitamina C, vitamina A, potasio, magnesio, licopeno y betacaroteno. Es importante destacar que la concentración de licopeno y betacaroteno aumenta a medida que la sandía madura, por lo que se recomienda consumirla en su punto de madurez óptimo para aprovechar al máximo sus propiedades.