Los primeros de la cola llevaban delante de las taquillas del fondo sur del estadio de Son Moix desde las ocho de la mañana de este miércoles.

En dos horas, la fila era ya de un centenar de aficionados aguardando la apertura para comprar una de las 800 entradas que restaban a la venta para la histórica final de la Copa del Rey entre el Mallorca y el Athletic Club en Sevilla el 6 de abril.