Astronomía / Arqueología

Una antigua piedra descubierta en Italia es un mapa preciso de las constelaciones

Podría tratarse del mapa celeste más antiguo identificado hasta el momento

Los investigadores italianos, junto al que podría ser el mapa del cielo nocturno más antiguo jamás descubierto hasta hoy.

Los investigadores italianos, junto al que podría ser el mapa del cielo nocturno más antiguo jamás descubierto hasta hoy. / Créditos: Inaf.

Pablo Javier Piacente

Una piedra desenterrada en el fuerte protohistórico de Rupinpiccolo, representante del período de transición entre la prehistoria y la historia más antigua registrada, en el noreste de Italia, muestra talladas prácticamente todas las constelaciones que pueden hallarse en el cielo nocturno, con excepción de una estrella que aún no ha logrado ser identificada. Se cree que las marcas en las piedras se hicieron entre los años 1800 y 400 a. C.

Según un nuevo estudio publicado en la revista Astronomische Nachrichten, una piedra circular de 50 centímetros de diámetro y 30 centímetros de espesor, hallada en Italia en el Castelliere di Rupinpiccolo y que data de un período comprendida entre el 1800 a.C. y el 400 a. C., presenta 29 grabados en su superficie que pueden superponerse con notable precisión, con excepción de un único caso, sobre las estrellas que componen las constelaciones de Escorpio, Orión y Casiopea y el cúmulo estelar de las Pléyades, en la constelación de Tauro.

De comprobarse lo propuesto por los científicos italianos Paolo Molaro, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica (INAF), en Trieste, y Federico Bernardini. arqueólogo de la Universidad Ca' Foscari de Venecia, el hallazgo se convertiría en el mapa del cielo nocturno más antiguo identificado hasta hoy, ratificando el notable conocimiento astronómico que poseían diversas culturas humanas antiguas en todo el planeta.

El cielo nocturno en una piedra

De acuerdo a un artículo publicado en Media INAF, el boletín online del Instituto Nacional de Astrofísica de Italia, el Castelliere di Rupinpiccolo es una gran estructura que fue utilizada con fines defensivos desde una época comprendida entre 1800 y 1650 a.C., hasta aproximadamente el 400 a.C. Cerca del castillo se encontraron dos grandes piedras circulares, dos discos gruesos que atrajeron inmediatamente la atención de los científicos.

Una de las piedras no muestra más rastros de mano de obra que el propio corte, y se cree que representa al Sol. Sin embargo, la segunda piedra hallada posee 29 signos tallados: 24 de un lado y 5 del otro. Están distribuidos de forma irregular, pero todos tienen una orientación común, como si hubieran sido grabados por la misma persona, según creen los investigadores. Los científicos piensan que fueron realizados con un martillo y un rudimentario cincel metálico con una punta de alrededor de 6 y 7 milímetros, según sugieren los análisis efectuados.

Un mapa casi exacto

Los 29 signos pueden superponerse con notable precisión a las estrellas de Escorpio, Orión, las Pléyades y Casiopea, en este último caso considerando también los 5 signos en el reverso de la piedra. Los científicos destacaron que se trata de una superposición con una significación estadística muy alta, con una posibilidad de error mínima. En otras palabras, es prácticamente improbable que la disposición de estos signos fuera puramente una obra del azar.

Según un artículo publicado en Universe Today, uno de los 29 signos es la excepción, ya que no pudo ser relacionado con ninguna constelación, cúmulo estelar o estrella. Pero tampoco estaría en ese lugar por una cuestión azarosa: los autores proponen que el “intruso” podría ser una supernova, que habría estado visible por un lapso de tiempo determinado durante el período de ejecución de la obra. Además, creen que de confirmarse esta teoría actualmente podría existir un agujero negro en ese punto del cielo, un dato que podría llegar a verificarse en estudios futuros.

Junto a las incógnitas que deja abiertas el hallazgo, como quién pudo haber grabado esa piedra o quiénes eran exactamente los habitantes del Castelliere di Rupinpiccolo en ese período histórico, la piedra descubierta podría transformarse en el mapa celeste más antiguo jamás descubierto, destronando al disco de Nebra, un artefacto de bronce con aplicaciones de oro para indicar el Sol, la Luna y las Pléyades, identificado en Alemania y fechado hacia el 1600 a.C.

Referencia

Possible stellar asterisms carved on a protohistoric stone. Paolo Molaro and Federico Bernardini. Astronomische Nachrichten (2023). DOI:https://doi.org/10.1002/asna.20220108