Cómo escapar de la extinción humana (19)

Científicos de la NASA alertan del destino que nos espera

No sobreviremos como especie si no revisamos nuestras cosmovisiones colectivas y las estrategias de futuro

¿Hacia dónde vamos como humanidad?

¿Hacia dónde vamos como humanidad? / Ryoji Iwata en Unsplash.

Eduardo Martínez de la Fe

Eduardo Martínez de la Fe

Científicos de la NASA consideran que nuestra especie no está suficientemente madura para evitar la extinción, que podría haber sido el destino final de otras civilizaciones cósmicas. Solo un periodo de introspección, similar al que provocó la Covid-19, nos aportará una nueva perspectiva y potenciará la cooperación. Así evitaremos el “Gran Filtro” evolutivo que acecha a todas las especies.

Un equipo de científicos del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA ha publicado un interesante artículo para actualizar algo que preocupa a la humanidad desde el principio de los tiempos: ¿realmente estamos solos en el universo? Y otra cuestión no menos importante: ¿tenemos futuro como especie, o estamos destinados irremediablemente a la extinción?

Ambas preguntas adquirieron una relevancia mayor desde los inicios en 1957 de la era espacial, cuando lanzamos el primer satélite artificial de la historia. Desde entonces no solo hemos llegado a la Luna (y estamos preparando nuestro regreso), sino que también hemos lanzado numerosas misiones espaciales no menos relevantes y sofisticadas, como el reciente desvío experimental de un lejano asteroide (DART).

También hemos enviado diferentes sondas a planetas lejanos para explorar a fondo el sistema solar, e incluso hemos llegado a colocar un telescopio (James Webb) a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra, con una resolución y sensibilidad sin precedentes, que nos permitirá visualizar los primeros tiempos del Universo.

¿Dónde está todo el mundo?

A pesar de todo ese despliegue espacial, y del descubrimiento de más de 5.000 exoplanetas que incluyen mundos pequeños y rocosos como la Tierra, seguimos sin vislumbrar signos de vida, inteligente o no, más allá de nuestro planeta.

Ya en los años 50 del siglo pasado, el físico Enrico Fermi alertó de esta anomalía: si desde el punto de vista estadístico debería haber innumerables civilizaciones en el universo, ¿dónde está todo el mundo?

A lo largo del tiempo, se han formulado diferentes hipótesis para explicar la así llamada Paradoja de Fermi: que esas civilizaciones paralelas están demasiado lejos para encontrarlas; que hemos sido los primeros en aparecer en la evolución cósmica; que nos están observando sin que nos demos cuenta; que están esperando una oportunidad para hablar con nosotros; y finalmente que, por muy ilógico que parezca, estamos más solos que la una en el universo.

¿Dónde está todo el mundo?

¿Dónde está todo el mundo? / PIRO en Pixabay.

El Gran Filtro

Hay otra hipótesis no menos significativa que han recuperado ahora los científicos de la NASA: formulada en 1988 por Robin Dale Hanson, investigador del Future of Humanity Institute de la Universidad de Oxford, plantea que existen una serie de barreras a superar que impiden o dificultan el surgimiento de una civilización cósmica sostenible en el tiempo. Al conjunto de esas barreras Hanson las denominó "El Gran Filtro".

Esta teoría mantiene que es posible que en un remoto pasado hayan existido otras civilizaciones inteligentes en el universo, pero que se destruyeron por sus propias contradicciones tecnológicas antes incluso de que hubiera surgido nuestra humanidad.

Ese triste futuro podría estar también esperándonos a nosotros, según Hanson. El hecho de que el universo parezca muerto es un mal presagio para la continuidad a largo plazo de nuestra especie, añade este economista de la Universidad George Mason (Fairfax, USA).

Filtros actualizados

Jonathan Jiang y Kristen Fahy, investigadores del JPL, y sus colaboradores, asumen como válida la hipótesis de Hanson y actualizan, 34 años después de su formulación, las barreras que debemos superar en la actualidad para evitar que ese "gran filtro" evolutivo acabe con nosotros, tal como explican en su artículo, publicado en arXiv.

Consideran varios escenarios posibles que podrían conducir a nuestra extinción: la guerra nuclear, las pandemias, la inteligencia artificial, los impactos de meteoritos y el cambio climático. Son los términos claves de la ecuación humana actual, según estos investigadores, aunque no especifican niveles de riesgo para cada uno de esos escenarios.

Además de actualizar las barreras de Hanson, estos autores proponen algo sugerente para evitar ese hipotético y triste final para nuestra especie.

Necesitamos otra mirada para analizar los problemas.

Necesitamos otra mirada para analizar los problemas. / Victoria Model en Pixabay.

Nueva mirada sobre los problemas

La única forma de que la humanidad sobreviva es comprender qué está pasando con nuestra especie y que, en vez de buscar las causas de la crisis planetaria solo en factores objetivos, nos centremos también en nosotros mismos, como seres humanos, para ver si una nueva mirada sobre nuestro interior nos descubre la capacidad de sobrevivir a medio y largo plazo.

Todos los riesgos previstos, ya sean antropogénicos o naturales, pueden prevenirse mediante cambios en el comportamiento individual, institucional e intrínseco, sentencian los investigadores.

Consideran que la raíz del problema sigue siendo la inmadurez de la naturaleza humana: la guerra y la polarización social provocan desunión, pero nuestra historia ha demostrado que la cooperación (algo que ya ha confirmado matemáticamente la Teoría de Juegos) es la clave de la supervivencia y de un potencial salto evolutivo que nos aleje de un retroceso capaz de terminar con la humanidad en su conjunto.

Introspección de la especie

Plantean que tenemos los medios para trabajar hacia una sociedad consistente y viable. Una mayor comprensión y colaboración entre personas, grupos, sociedades y países, además de importantes avances tecnológicos, deberían aumentar nuestras posibilidades de superar el Gran Filtro actual, según estos científicos.

Por eso proponen que nos adentremos como especie en "un período necesario de introspección" (la Covid-19 ya nos introdujo en esa dinámica) para revisar nuestras cosmovisiones colectivas y las estrategias para el futuro. De esta forma, podremos abordar desde otra óptica los desafíos y adoptar comportamientos que nos permitan limitar los riesgos, concluyen.

Seguimos divididos

Hanson, el autor de la teoría del Gran Filtro, que hoy tiene 63 años, se ha pronunciado sobre esta propuesta del equipo de JPL: la cooperación global que Jiang y compañía proponen como medio para nuestra supervivencia podría ser lo que termine destruyéndonos, declaró a The Daily Beast.

“Claramente recomiendan un control y una gobernanza más centralizados de nuestra civilización”, añade Hanson. “Pero en realidad veo el exceso de centralización de la gobernanza como la contribución más probable a nuestro futuro Gran Filtro”, concluye.

Otro referente en estas cuestiones Avi Loeb, físico de Harvard, sin embargo, considera plausible la propuesta del equipo del JPL, según manifestó a la citada revista estadounidense.

Está claro que seguimos divididos ante el mayor desafío que nunca hemos enfrentado como especie, tal como advierten Jiang y su equipo.

Tal vez sea esa división el mayor obstáculo, no solo para nuestra supervivencia a largo plazo, sino también para que encontremos otras posibles civilizaciones. Esa división humana podría incluso explicar la Paradoja de Fermi: vista desde fuera, nuestra civilización no parece nada recomendable.

Referencia

Avoiding the "Great Filter": Extraterrestrial Life and Humanity's Future in the Universe. Jonathan H. Jiang et al. arXiv:2210.10582v2. DOI:https://doi.org/10.48550/arXiv.2210.10582

 

Cómo escapar de la extinción humana: artículos para entender lo que está pasando con el planeta

Bajo este epígrafe publicamos una serie de artículos que analizan de forma científicamente rigurosa la crisis planetaria en sus diferentes dimensiones, así como explican cómo afectará a nuestras vidas y el precio que habremos de pagar para escapar de la catástrofe que podría acabar con la vida en la Tierra.

Ofreceremos una visión completa de la problemática, siempre en clave divulgativa, que no solo expondrá los últimos conocimientos sobre biología y ecología, sino también las últimas aportaciones desde campos tan dispares como la neurobiología (intentando ver por qué nos comportamos como lo hacemos cuando destruimos nuestro propio ambiente), e incluso desde la economía más científica.

El objetivo de esta serie de artículos es que cualquier persona pueda no solo entender lo que está pasando, sino también, si así lo desea, comprometerse con el planeta con los conocimientos adecuados que le permitan trascender medidas meramente estéticas.

Como el cambio global que estamos sufriendo es extremadamente complejo, los artículos que intentan explicarlo van a ser relativamente complejos. Pero vale la pena esforzarse para entender el cambio global, ya que es algo extremadamente grave.

Para ello le invitamos a hacer un viaje largo y complejo, pero también divertido, a través de toda esta serie de artículos. Solo después de haber leído muchos de ellos estará en condiciones de entender bien lo que estamos viviendo como especie y de actuar en consecuencia.

 

EDUARDO COSTAS, catedrático de Genética, UCM

 

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