Una quema forestal mal apagada estaría en el origen del incendio de Sóller

Los primeros indicios recogidos por el Seprona de la Guardia Civil y agentes de Medi Ambient apuntan a que el fuego de Alconàsser fue consecuencia de una grave negligencia

El fuerte viento que sopló el domingo habría reavivado los rescoldos y propagado las llamas, que obligaron a desalojar a una treintena de personas

La zona quemada en el incendio de Sóller.

La zona quemada en el incendio de Sóller. / Ibanat

Xavier Peris

Xavier Peris

Aunque la investigación de la Guardia Civil sigue abierta, todos los indicios apuntan a que la causa del fuego forestal que durante el domingo arrasó una hectárea de monte y obligó a desalojar a una treintena de vecinos de la zona de Alconásser, en Sóller, estuvo en una quema mal apagada. Los investigadores del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) y agentes de Medio Ambiente realizaron ayer una detenida inspección ocular para localizar el punto en el que comenzó el fuego, cerca de la carretera de Sóller a Deià.

La investigación oficial de la Guardia Civil sigue abierta, y presumiblemente tardará días en tener un resultado. A falta de esta conclusión, los indicios reunidos hasta ayer apuntaban, «en un 90%», a que el origen del fuego pudo estar en una quema forestal mal apagada, lo que implicaría una grave negligencia.

Según estos datos todavía provisionales, en la zona se habrían realizado trabajos de limpieza forestal en los que se quemaron restos de leña seca. Estos rescoldos, que habrían quedado mal apagados, quedaron latentes hasta que a primera hora de la madrugada del domingo habrían sido reavivados por el fuerte viento que sopló en la zona.

El fuego se declaró a primera hora de la madrugada del domingo cerca de la urbanización de Bens d’Avall, junto a la carretera de Deià a Sóller, en un momento en el que la situación era especialmente favorable para la expansión del fuego, con alta temperatura, fuertes rachas de viento y escasa humedad ambiental. 

Estas circunstancias provocaron que las llamas se extendieran rápidamente por una zona forestal en la que hay varias casas, que tuvieron que ser desalojadas a toda prisa. En total hubo 34 personas evacuadas por la proximidad de las llamas a sus viviendas.

La movilización de los equipos de extinción, entre los que estaban efectivos de los Bombers de Mallorca y el Ibanat, permitió que el fuego quedara estabilizado a primera hora de la mañana, y controlado por la tarde. 

Los desalojados pudieron volver a sus casas a lo largo del domingo. Sin embargo, los trabajos para sofocar definitivamente el fuego se prolongaron durante toda la noche, ya que el viento seguía soplando con fuerza y se mantenía el riesgo de que el incendio se reavivara. El Ibanat dio finalmente por extinguido el fuego a las once de la mañana de ayer. Las llamas arrasaron una hectárea de pinar y olivar.

Una vez sofocado el fuego fue el turno de los investigadores. Agentes del Seprona y de Medio Ambiente realizaron a lo largo de la tarde del domingo y la mañana de ayer una detenida inspección ocular en la zona.

Todos los indicios recogidos hasta ayer en el lugar apuntaban a una quema de restos forestales realizada en la zona poco tiempo antes, y que habría quedado mal apagada. Las brasas al parecer quedaron latentes durante horas hasta que fueron reavivadas por el viento que sopló en la madrugada del domingo. En el caso de confirmarse este extremo, se trataría de una negligencia grave. Previsiblemente la investigación estará concluida en los próximos días.