El cadáver de la anciana de Manacor tendrá que ser identificado con el ADN

El presunto homicida fue arrestado tras amenazar a los policías con pegarles fuego con un bidón de gasolina y una antorcha

 El cadáver de la anciana persuntamente asesinada junto a su hijo en Manacor estaba tan quemado y cubierto por cenizas que en un principio no fue descubierto por los bomberos que sofocaron el fuego y las primeras dotaciones de la Policía que acudieron al lugar. Sin embargo los agentes sabían que en la casa vivían los dos hermanos y la madre, por lo que siguieron buscando. Al examinar con detalle los restos del fuego los agentes descubrieron el cuerpo, totalmente carbonizado. Su estado impidió identificar a la víctima por las huellas dactilares, por lo que será necesario someterlo a la prueba de ADN para determinar de una forma fehaciente su identidad

El detenido por el doble crimen ha sido identificado com Miquel B.M. Está considerado el presunto autor de la muerte de uno de sus hermanos y de su madre en una casa de campo en las afueras de Manacor. El doble crimen se descubrió cuando dotaciones de los Bombers de Mallorca y la Policía Nacional acudieron al domicilio tras recibir avisos sobre una posible quema agrícola descontrolada. El individuo, que estaba muy alterado, se enfrentó a los agentes con una antorcha y un bidón de gasolina y les amenazó con quemarles, por lo que tuvo que ser reducido y trasladado al hospital de Manacor, donde quedó ingresado en el departamento de psiquiatría. Posteriormente, los investigadores encontraron primero el cadáver del hermano, cubierto de sangre, en el interior de la casa, y luego el de la madre, carbonizado entre los restos de la hoguera que el hombre encendió en el jardín.

Según informan fuentes de la Policía Nacional y los Bombers de Mallorca, poco antes de las nueve de la mañana se recibieron varios avisos que alertaban sobre una posible quema agrícola sin permiso en una finca de las afueras de Manacor, junto a la carretera de Sant Llorenç. Al lugar se dirigieron dotaciones de extinción de incendios, que localizaron la columna de humo. Los bomberos se acercaron a la finca y comprobaron que se trataba de una hoguera en la que ya se habían consumido lo que parecían trastos y muebles viejos. El fuego no corría peligro de extenderse. Nadie respondió a sus llamadas y se retiraron.

Poco después llegó al lugar por otro camino un coche zeta de la Policía Nacional, que se encontró con un hombre muy agresivo, que les amenazó con arrojarles gasolina de un bidón y prenderles fuego con una antorcha que llevaba en la mano. El hombre había pegado fuego también a unos cipreses de la finca.

El individuo estaba muy alterado, y fueron necesarios varios agentes para reducirle. Finalmente quedó detenido por atentado y amenazas. Los policías solicitaron el regreso de los bomberos, que apagaron rápidamente el segundo fuego, que afectó a varios árboles.

Una vez controlada la emergencia, los agentes y bomberos repararon en la casa. En la entrada había varios cuchillos y lo que parecían manchas de sangre. Cuando se asomaron a la puerta vieron que el interior estaba revuelto, con los muebles rotos y tirados al suelo. Los grifos de la cocina estaban abiertos, el agua había desbordado la pila, y el suelo estaba encharcado. 

Los equipos de emergencia cerraron los grifos y realizaron una primera inspección en la casa. En el pasillo encontraron el cuerpo sin vida de un hombre sobre un charco de sangre, con claros signos de violencia.

Los agentes dieron aviso de inmediato a su central, que movilizó al Grupo de Homicidios y a la Policía Científica, ante la evidencia de que se encontraban ante un posible crimen, pero lo peor estaba aún por llegar.

Mientras los expertos en homicidios se desplazaban desde Palma, la Policía inició diversas pesquisas y descubrió que en la casa residían los dos hermanos, de unos cincuenta años, junto a su madre, de unos ochenta. De la mujer no se sabía nada.

Policías y bombers registraron la casa palmo a palmo, desde el sótano al altillo, sin encontrar rastro de la anciana. Posteriormente, cuando los agentes examinaron más detenidamente los restos de la hoguera descubrieron un cadáver carbonizado. Los primeros indicios apuntan a que se trataría de la madre, aunque su estado no permitió identificarla, por lo que será necesario utilizar una prueba de ADN para confirmar su identidad.

A lo largo de la mañana los agentes de Homicidios y la Policía Científica, junto a una comisión judicial, realizaron una detenida inspección ocular en la finca. Finalmente el juzgado de guardia de Manacor autorizó el levantamiento de los cuerpos, que fueron trasladadados al Instituto de Medicina Legal, donde está previsto que se les realicen distintas pruebas forenses, tanto para determinar su identidad como las causas de las muertes.

A falta de la práctica de la autopsia, los primeros exámenes apuntaban a que el hombre fallecido habría sufrido diversos golpes, aunque tampoco se descarta que pudiera haber sido apuñalado. El análisis de los restos que podrían pertenecer a la madre será más complicado, ya que estaban carbonizados. En cualquier caso, los indicios recabados por la Policía Nacional apuntan a que ambos habrían tenido una muerte violenta.

Mientras tanto, el presunto autor del doble crimen permanecía ingresado en el departamento de psiquiatría del hospital de Manacor, a la espera de que su estado permita trasladarlo a la comisaría.