La Guardia Civil descarta mano criminal en la muerte del anciano que apareció en el mar, frente a la Catedral de Palma

La víctima ha sido identificada como un español de 87 años que vivía en la barriada de Pere Garau /

La autopsia confirma que el anciano falleció a causa de un ataque al corazón

El cadáver fue rescatado del mar por una embarcación de la Guardia Civil.

El cadáver fue rescatado del mar por una embarcación de la Guardia Civil. / X.P.

Xavier Peris

Xavier Peris

La investigación de la Guardia Civil ha descartado totalmente que haya mano criminal en la muerte del anciano cuyo cadáver apareció el pasado martes flotando en el mar junto a la escollera del Moll Vell, frente a la Catedral de Palma. La autopsia ha confirmado que el hombre murió de un ataque al corazón, y as hipótesis de los agentes apuntan a que cayó al mar de forma accidental o bien en un intento de suicidio. La víctima ha sido ya plenamente identificada. Se trata de un español de 87 años que residía en la barriada palmesana de Pere Garau.

Los agentes del Grupo de Homicidios de la Policía Judicial de la Guardia Civil se hicieron cargo de la investigación tras el hallazgo dle cadáver, que apareció flotando en el mar sobre las once de la mañana del martes, junto a la escollera del Moll Vell. En la primera inspección del forense, realizada inmediatamente después del rescate del cuerpo, no se apreciaron señales de violencia. Este extremo ha sido confirmado posteriormente con la autopsia. El anciano no murió ahogado, sino que falleció a causa de un infarto.

Las prácticas forenses han permitido descartar totalmente que la víctima hubiera sufrido una agresión, de manera que las hipótesis que se manejan ahora son que cayera accidentalmente al agua o bien que se lanzara al mar en un intento de suicidio.

El fallecido, de 87 años, vivía en Pere Garau junto a un compañero de piso, y al parecer tenía una grave enfermedad cardiaca.

Los investigadores están centrados ahora en determinar el punto y la hora a la que habría caído al mar. Los indicios apuntan a que el fallecimiento se produjo pocas horas antes del hallazgo del cadáver, durante la noche o la madrugada anterior, y en un lugar cercano.