David Peregrina, el director de la Caixa Rural de Muro que se reconvirtió en chef tras huir a Brasil después de ser condenado por una gran estafa

Fue considerado el responsable de un fraude de más de dos millones de euros en Mallorca, estuvo dos años huido en el país sudamericano pero se entregó, y volvió a escaparse tras ser condenado

El pasado viernes fue asesinado junto a su esposa en el restaurante que regentaba

David Peregrina y su mujer, Érica da Silva, asesinados en Brasil.

David Peregrina y su mujer, Érica da Silva, asesinados en Brasil.

Xavier Peris

Xavier Peris

David Peregrina tenía 33 años en 2003 y una vida aparentemente encarrilada y normal, con un buen trabajo como director de la sucursal de la Caixa Rural de Muro. Pero algo se torció. Durante dos años, según declaró probado la sentencia de la Audiencia, urdió una trama con la que estafó más de dos millones de euros a la entidad con la concesión de hipotecas fraudulentas. Con la complicidad del propietario de una inmobiliaria captó a una treintena de testaferros, por lo general gente sin recursos económicos que aportaron sus datos a cambio de dinero. Falsificaron nóminas y otros documentos para darles apariencia de solvencia, y solicitaron hipotecas para adquirir inmuebles en distintos puntos de Mallorca. Cuando el caso se descubrió, se escapó a Brasil, de donde era su novia. Eran finales de la década de los 2000 y permaneció dos años huido. Finalmente contactó con un abogado y pactó entregarse. En 2012 fue condenado dos veces, a más de seis años de prisión, y volvió a escapar. Se estableció de nuevo en Brasil, en la ciudad de Porto Seguro, donde se reconvirtió en un prestigioso chef, especializado en paellas. El pasado viernes fue asesinado junto a su mujer en su restaurante, en una zona selvática a la que solo se puede acceder en barco. La policía cree que fueron ejecutados, ya que no han hallado señales de robo.

¿Qué le pasó para decidir estafar una cantidad millonaria al banco para el que trabajaba? Personas que le conocieron entonces, hace veinte años, le recuerdan como "un tipo raro". Aparentemente tenía su vida plenamente encarrilada con apenas treinta años y un buen empleo, como director de una sucursal de la Caixa Rural de Muro. Sin embargo, a lo largo de dos años puso en marcha una compleja trama delictiva. Junto al propietario de una inmobiliaria captaron a decenas de testaferros que se hicieron pasar por futuros compradores de viviendas. Falsificaron certificados de empresas y nóminas para darles apariencia de solvencia, y lograron tasaciones elevadas de las casas en venta. De esta manera lograron préstamos hipotecarios de entre 75.000 a 175.000 euros, hasta conseguir más de dos millones de euros. Los dos presuntos cabecillas de la estafa se quedaban el dinero y dejaban de pagar las hipotecas. Pero la trama tenía un recorrido corto. La Caixa Rural denunció el fraude en junio de 2004.

Personas que le conocieron entonces explican que Peregrina "entró en pánico" ante la posibilidad de ir a la cárcel. Recuerdan que él mantenía que había sido víctima de un complot y que no se había quedado con ningún dinero. Por entonces tenía una novia brasileña, y se escapó al país sudamericano tratando de huir de la justicia. Permaneció fugado dos años. A finales de la década decidió volver y asumir su responsabilidad. A través de un amigo contactó con un abogado, y que negoció su entrega. Regresó a España y compareció ante el juez José Castro, que instruía la causa por estafa. El abogado de la acusación particular, Jaime Campaner, solicitó su ingreso en prisión preventiva ante el riesgo de una nueva fuga, y Castro lo concedió. Pasó en prisión varios meses, pero fue excarcelado.

Macrojuicio en Palma

En enero de 2012, cuando se celebró el macrojuicio por la estafa en la Audiencia de Palma, estaba en libertad. Comparecieron 28 acusados, ya que junto al cabecilla de la estafa estaban las decenas de testaferros.El dueño de la inmobiliaria no se presentó y fue declarado en rebeldía. Los acusados llegaron a un pacto y aceptaron ser condenados, la mayoría a penas mínimas. Peregrina, como cabecilla de la estafa, fue el peor parado. El tribunal le impuso una pena de tres años y nueve meses de prisión, lo que implicaba volver a la cárcel. Poco después fue condenado por apropiación indebida y falsedad a otros dos años y siete meses. Volvió a huir a Brasil.

David Peregrina, en su restaurante.

David Peregrina, en su restaurante. / DM

Allí empezó una nueva vida. Se estableción en la ciudad de Porto Seguro, en el estado de Bahía. Puso en marcha el restaurante Ilha dos Ribeirinhos, especializado en gastronomía española, sobre todo paellas. Era muy activo en las redes sociales, donde solía aparecer junto a sus clientes mostrando los platos que había cocinado. Se había convertido en un personaje popular en la zona y participaba en eventos gastronómicos. El más reciente fue el Festival Esquina do Mondo, que tuvo lugar entre el 1 y el 18 de noviembre.

El pasado viernes, 24 de noviembre, fue asesinado a tiros en su establecimiento junto a su mujer.