Pau Rigo, el hombre que disparó contra su asaltante: "Mi vida cambió cuando entraron en mi casa para robar"

El anciano de Porreres muestra su pesar por la muerte del ladrón en el turno de la última palabra del juicio que se celebra contra él en Palma

Visto para sentencia el juicio por el asalto a Porreres

Visto para sentencia el juicio por el asalto a Porreres / B.Ramon

Tras una larga jornada ha quedado visto para sentencia, tras la séptima sesión, el juicio que sienta en el banquillo al anciano de Porreres que disparó y mató a uno de los dos ladrones que entró en su domicilio, así como a los otros tres acusados que se vieron implicados en el robo. Una sesión que se ha dedicado, únicamente, a escuchar los informes, tanto de la acusación, como de la defensa. Pau Rigo ha aprovechado el turno de la última palabra que se le ha concedido la magistrada para reiterar “mi pesar por la muerte de una persona” e insistir en que “nunca pensé que tenía que hacer lo que hice. Soy una persona de principios y he sufrido mucho por este tema. Mi vida cambió cuando esta gente vino a mi casa a robarme. Pasar cuatro años en la cárcel no me supone nada, el daño lo tengo cuando señalan a mi familia y les dicen que son hijos o nietas de una persona que mató. Esto es lo que me duele”.

La larga sesión de hoy se ha dedicado únicamente a escuchar los informes de la acusación y la defensa. El fiscal ha anunciado una mínima rebaja en la pena que solicita contra el anciano Pau Rigo, al que sigue acusando de homicidio, aunque reconoce la eximente incompleta de legítima defensa y temor invencible, por lo que pide tres años y nueve meses de prisión, frente a los cuatro años que pedía al inicio del juicio.

El fiscal Adrián Massanet defiende que la muerte del ladrón que entró en el domicilio de Porreres no puede quedar sin castigo, ya que pese a que se trató de una situación muy complicada y no deseada por el dueño de la casa, se podría haber buscado otra alternativa en lugar de disparar con la escopeta de caza contra uno de los dos hermanos que cometía el robo. La acusación rechaza que el asalto al domicilio fuera tan violento como describe Pau Rigo y sostiene incluso que, no solo no hubo golpes, sino que tampoco hubo amenazas de muerte. “Solo hubo empujones, jamás le mostraron ningún arma, ni amenazaron con golpearle”. A pesar de ello el fiscal también quiso incidir al jurado que tampoco se trató de un robo pacífico, pero sostuvo que el primer asalto perpetrado en el domicilio de Porreres, cometido tres meses antes, fue mucho más violento, ya que en esa ocasión el anciano de Porreres fue amenazado con una pistola en la cabeza.

En su exposición, el fiscal se mostró convencido de que en esa complicada situación Pau Rigo pudo haber tomado otra decisión menos extrema y que en lugar de coger la escopeta cargada y disparar, “pudo apretar el botín del pánico que tenía en su habitación”. También negó que durante el asalto Pau Rigo llegara a tener miedo de morir en el asalto. “Lo que temía es que le volvieran a dejar atado como ocurrió en el primer asalto”.

"No fue una reacción proporcional", sostiene el fiscal

Al describir el desarrollo del asalto, el fiscal señaló que el dueño de la casa pudo encerrarse en la habitación donde tenía las armas, pero lo que hizo fue coger la escopeta cargada y salir al encuentro de los dos asaltante. “No fue una reacción proporcional, sino que fue excesiva. El derecho a la vida es fundamental y pudo solucionar la situación de otra manera”, incidió.

La acusación también rechaza el informe del médico forense, que determina que el anciano sufrió una situación de trastorno mental transitorio, recordando que no tenía autorización del juez para valorar el estado mental de Pau Rigo.

El fiscal insistió en que su conclusión se basaba exclusivamente en el análisis de las pruebas. Recordó que los expertos han rechazado que se trató de un disparo a muy poca distancia, como sostuvo el anciano en su declaración. Estos expertos han señalado que, como mínimo, existía una distancia de metro y medio, o puede que más, entre la escopeta y el ladrón.

Sobre los otros tres acusados, Fredy Escobar, José Antonio Sánchez y Marcos Rotger, el fiscal mantiene que estuvieron implicados en el asalto. El primero fue quien entró en el domicilio junto a su hermano Mauricio y que los otros dos fueron los que planificaron el robo. Pide cinco años de cárcel para cada uno de ellos.

El abogado Juan Capó, que representa la acusación particular en nombre de la familia del fallecido, acusa a Pau Rigo de un delito de homicidio y solicita diez años de cárcel. El letrado sostuvo que “Rigo no era ningún héroe, ni ha salvado la vida a nadie”.

El abogado defensor Fernando Mateas, que representa a Pau Rigo, insistió en que la reacción del anciano solo respondía al pánico que estaba sufriendo por la violencia de los dos asaltantes. Rechazó que en ese momento se hubiera podido plantear otros escenarios, como sostiene el fiscal, y que lo que hizo fue agarrar la escopeta para defenderse. Afirmó también el letrado que antes del disparo existió una agresión previa, que se reflejan en los golpes que presentaba su cliente y que fueron muy graves. El abogado pide la absolución al jurado, asegurando que existe la eximente de legítima defensa.

Los abogado Antoni Vicens, que representa a Fredy Escobar, el ladrón que entró a robar en el domicilio, afirma que el joven actuó bajo la legítima defensa al ser apuntado por un arma. También sostuvo el letrado que durante el asalto no hubo violencia y que la reacción del dueño de la casa fue excesiva.

Los letrados Miguel Ángel Ordinas y Carlos Portalo, que defienden a José Antonio Sánchez y Marcos Rotger, también intentaron justificar la intervención de sus clientes en estos hechos. Así, el primero sostiene que se limitó a ayudar a su amigo Marcos porque estaba amenazado de muerte por Fredy, al que debía una deuda. Marcos Rotger, por su parte, confirma que compró los pasamontañas y las patas de cabra porque el joven colombiano le había amenazado a él y a su hijo.

Los tres acusados también aprovecharon el último turno de palabra. El jurado volverá a reunirse el próximo jueves para empezar la deliberación.