Otros derrumbes mortales en Mallorca

Desde el año 2001, otros tres desplomes de edificios se han llevado por delante vidas humanas

El más grave de ellos fue el ocurrido en Camp d'en Serralta en 2009, con siete fallecidos

Imagen de la noche del derrumbe en Rodríguez Arias.

Imagen de la noche del derrumbe en Rodríguez Arias.

Redacción

El derrumbe mortal ocurrido en Playa de Palma este jueves trae a la memoria otros trágicos sucesos recientes que se cobraron vidas humanas. De todos ellos, el de mayor gravedad fue el sucedido en el barrio Camp d’en Serralta en octubre de 2009, cuando parte de un edificio de tres alturas se desplomó provocando la muerte de siete personas. 

Siete víctimas en Camp d'en Serralta

Sobre las doce de la noche del día 25 de octubre de 2009, un edificio de tres plantas se vino parcialmente abajo en la esquina entre las calles Alós y Rodríguez Arias. La finca se derrumbó en cuestión de segundos, atrapando a las familias que vivían en él. Los bomberos de Palma trabajaron durante toda la noche en busca de algún superviviente y para rescatar los cadáveres. 

En la primera planta estaban durmiendo María Inírida Correa, su hijo Pablo Andrés Valencia y su yerno, Óscar Alfonso Ortiz; del segundo piso murieron Jaume Perelló y su hija Miquela. A Margarita (la madre y esposa) le salvó haber acudido a la cocina, situada en la zona del inmueble que no se derrumbó. En la tercera planta vivían Ute y Wiebke Stomber, un matrimonio alemán que disfrutaba en Mallorca de su jubilación y a quienes la desgracia les llegó el 26 de octubre de 2009.

Rescate de los cuerpos en Camp d'en Serralta.

Rescate de los cuerpos en Camp d'en Serralta. / DM

Un informe determinó que el colapso de la finca, construida a mediados del siglo pasado, vino provocado por el deterioro del marés de la planta baja, especialmente el del situado en el chaflán, al tener más peso del que podía soportar.

En 2011, el titular del juzgado de instrucción número uno dictó el "sobreseimiento libre y archivo" de las diligencias previas abiertas tras el "colapso, desplome y derrumbe" del edificio. El juez consideró que los hechos fueron “atípicos, fortuitos y no previsibles".  

Cuatro fallecidos en el Hotel Son Moll

En 2004, tres plantas del hotel Son Moll de Cala Rajada se desplomaron y sepultaron a cuatro obreros, falleciendo bajo los escombros. El establecimiento estaba siendo reformado sin ningún tipo de licencia y la Guardia Civil abrió diligencias por homicidio imprudente.

El Hotel Son Moll, el día después del derrumbe.

El Hotel Son Moll, el día después del derrumbe. / DM

El desastre sucedió poco antes de las nueve de la mañana del 16 de diciembre, cuando los forjados de tres plantas de un ala del hotel se vinieron abajo. Allí había trabajando ocho operarios, de los que cuatro salieron con heridas leves y otros cuatro fallecieron, los que estaban en las plantas inferiores. Las víctimas fueron José Manuel Alquellada, Ismael Rodríguez, Ahmida Tahriqui y Mohamed Zanani. 

Los dos arquitectos responsables de la reforma del hotel Son Moll de Cala Rajada fueron condenados a dos años y tres meses de prisión, mientras que otros tres acusados, los dos constructores y el jefe de obra, también fueron condenados a una pena de cárcel de dos años. Con el recurso ante la Audiencia Provincial, sus condenas fueron rebajadas. 

Dos trabajadores muertos en el Hotel Tívoli

En 2001, otro derrumbe en el Hotel Tívoli de s’Arenal, también en obras de reforma, causó la muerte de dos trabajadores. A las doce menos diez del 19 de enero, cuatro plantas del edificio, situado en la calle Lisboa, se vinieron abajo en pocos segundos, levantando una gran polvareda que fue lo primero que vieron quienes se acercaron al lugar corriendo. 

Tareas de desescombro tras el derrumbe del hotel Tívoli en s'Arenal.

Tareas de desescombro tras el derrumbe del hotel Tívoli en s'Arenal. / DM

Dos centenares de personas participaron en el rescate de los trabajadores atrapados. Fallecieron Juan Pericás Campins y Alberto Folch Romaguera y otros cuatro compañeros resultaron heridos, uno de ellos quedó parapléjico.

Judicialmente, el caso se cerró con una condena de un año y ocho meses de prisión para el constructor, la absolución del técnico de seguridad y una pena pactada entre el fiscal de siniestralidad laboral y el resto de acusados: el dueño del establecimiento, el arquitecto y el aparejador Sebastián Ángel Martínez, también de un año y ocho meses de prisión. 

Son Bauló, la tragedia que pudo haber sido

Por último, cabe recordar un cuarto derrumbe, aunque en este caso no hubo víctimas mortales ni heridos. Fue en Son Bauló, Can Picafort, en octubre de 2000, al hundirse quince habitaciones de un bloque de apartamentos, con la suerte de que en ese momento, ocho menos diez de la tarde, los 54 turistas no estuvieran en su interior.