La possessió de ses Cases del Virrey, en Inca, fue el escenario escogido por la organización internacional de estafadores desarticulada esta semana en Mallorca para su proyecto estrella. Se trataba de un complejo de tres campos de polo que incluiría cuadras, una clínica veterinaria, casas para el personal y una estación depuradora de agua. El proyecto fue presentado a bombo y platillo en abril de 2014 con la presencia del entonces alcalde de Inca, Rafel Torres. También se desplazó a Mallorca el cabecilla de la organización, el alemán Sven Uwe Palish, detenido esta semana en Pontevedra. Anunciaron que habían depositado casi cinco millones de euros y darían empleo a unas 60 personas. Pero no se gastaron ni un solo euro, no solicitaron ni un permiso al Ayuntamiento y no contactaron directamente con los dueños de la possessió ni con los gestores del hotel rural. Presuntamente utilizaron la repercusión que tuvo el proyecto para captar a decenas de inversionistas en Alemania, a los que estafaron doce millones de euros.

El exalcalde de Inca y presidente de la junta local del PP recordaba ayer el encuentro con los promotores. Fue en una nave del polígono industrial de Inca, frente una maqueta en la que aparecían las futuras instalaciones deportivas. "Vinieron con representantes de la propiedad de ses Cases del Virrey", comenta Torres. "Querían hacer un complejo de campos de polo y se trataba de un equipamiento legal para desestacionalizar el turismo, que no precisaba recalificar los terrenos ni modificar el Plan General Urbano. Me pareció una idea estupenda".

Sin embargo, tanto los propietarios de la possessió como los arrendatarios que gestionaban en aquella época el hotel rural confirmaron ayer que no tuvieron ningún contacto con los promotores del proyecto.

"Desde el primer momento me sonó a cuento chino", explica Marta Garrido, que dirigía el hotel. "Cuando vi la foto del proyecto en la prensa no me lo podía creer, porque no habían hablado con la propiedad ni con nosotros. El intermediario del proyecto nos había facilitado clientes para el hotel, pero posteriormente nos dejó a deber dinero. Era muy raro, no inspiraba ninguna confianza".

El día de la presentación, en abril de 2014, los supuestos inversores anunciaron que el proyecto se pondría en marcha en seis meses, plazo necesario para solicitar los permisos. La ejecución iba a estar terminada en dos años.

Sin embargo, desde el Ayuntamiento de Inca confirmaron ayer que los promotores no llegaron a solicitar nunca un permiso oficial. Aquella maqueta fue todo lo que hicieron. Luego presuntamente se valieron de la repercusión que obtuvo la presentación para captar inversores en Alemania y quedarse con el dinero. Según los investigadores de la Policía alemana, habrían estafado unos doce millones de euros a unas sesenta víctimas. También repitieron las mismas actividades en Italia, por lo que el volumen del fraude podría ser mayor.

Guardias Civiles, durante el registro en el chalé de Sven Uwe Palish en Pontevedra.

El exalcalde de Inca admitía ayer que no sospechó que todo se trataba de una sofisticada estafa. "Eran muy convincentes. Mostraban un alto poder adquisitivo y venían acompañados de una señora que me dijeron que era representante de la Federación alemana de polo y que tenía mucha clase. Aparentaban solvencia y seriedad y no nos pidieron nada. A mí me interesaban todos los proyectos para dinamizar la economía de la ciudad. Creo que actué correctamente".

Pasado el tiempo, y cuando el proyecto no se llevó a cabo, el exalcalde llegó a la conclusión de que "no habían conseguido los inversores necesarios".

Aunque parece ser que sí los consiguieron, solo que se quedaron el dinero. La operación policial contra la organización que se ha desarrollado esta semana en Alemania, España y Suiza se ha saldado con la detención de cuatro personas. Sven Uwe Palish, considerado el jefe de la trama, fue arrestado en Pontevedra, donde reside. Ayer prestó declaración en la Audiencia Nacional, donde se negó a ser extraditado y quedó libre al considerarse que tiene arraigo en España. El detenido en Mallorca, Erich B., aceptó ser extraditado a Alemania.

Durante la enorme operación policial se realizaron registros en dos chalés de Costa den Blanes y Bendinat, y en unas oficinas de Inca. Al mismo tiempo hubo también registros en Pontevedra (en el domicilio de Palish), Ourense Madrid, en las ciudades alemanas de Ratingen, Dusseldorf, Monchengladbach, Múnich y Münster, y en Suiza. En total hubo cuatro detenidos (uno en Mallorca, otro en Pontevedra y dos en Alemania). Las investigaciones se dirigen contra 14 presuntos miembros de una organización criminal que habría estafado doce millones de euros a unos 60 inversionistas con proyectos fantasma, como el complejo de polo o un parque eólico que estaría también ubicado en Inca.