Un juzgado de Palma ha condenado al histórico carterista Virgilio J.M., con 75 antecedentes policiales a sus espaldas, la mayoría por hurtos, a una pena de multa por un delito de quebrantamiento por haber subido a un autobús de la EMT de la ciudad, pese a tener una orden judicial que se lo prohibía. El delincuente reincidente, de 59 años de edad y que lleva preso desde finales de septiembre por un robo con violencia a una turista en el Parc de ses Estacions, ayer confesó los hechos ante la sala y manifestó que no lo volverá a hacer más.
El famoso ´descuidero´, muy conocido en círculos policiales al llevar cuatro décadas desvalijando a ciudadanos en Palma, s´Arenal y otros puntos de la isla, admitió que accedió a un autobús de la línea 15 en la parada de la plaza de España y, una vez dentro y con el vehículo en marcha, fue descubierto por la Policía Nacional.
Además, el hombre reconoció que momentos antes ya había tratado de subir a otro autobús de la línea 1 de la EMT, pero el chófer se lo impidió. Estos hechos ocurrieron a finales de diciembre de 2013, cuando el afamado carterista tenía vigente una orden judicial que le prohibía el acceso a la flota de vehículos de transporte de las líneas 1, 3, 15 y 20 de Palma.
El pasado verano, otro magistrado le prohibió también aproximarse a toda la Playa de Palma y a s´Arenal de Llucmajor, para evitar que siga delinquiendo en sus zonas preferidas donde normalmente actúa. El hombre se mostró muy molesto por esta situación.
A pesar de estas medidas cautelares, Virgilio J.M. volvió a las andadas y a finales de septiembre sustrajo una cartera a una turista en la zona de ses Estacions. Al verse sorprendido por la víctima, forcejeó con ella y la arrojó contra el suelo. Por estos hechos, fue de nuevo detenido e ingresó en prisión provisional.
Ayer a por la mañana, el sospechoso fue excarcelado y conducido a los juzgados de Vía Alemania de Palma. Inicialmente, se enfrentaba a una petición de pena de la fiscalía de 24 meses de multa a razón de seis euros diarios por un delito de quebrantamiento de medida cautelar.
El ministerio público rebajó su solicitud y Virgilio se conformó con la condena de 12 meses de multa con una cuota diaria de dos euros.
Según admitió el carterista, el pasado 5 de diciembre de 2013 un juzgado de instrucción de la ciudad dictó un auto en el que se le impuso la medida cautelar de prohibición de acceso a los autobuses de las líneas 1, 3, 15 y 20 de la EMT de Palma. Esta medida se le notificó a Virgilio debidamente para que este tuviera constancia de que no podía coger este medio de transporte.
Pese a ello, sobre las dos y media de la tarde del pasado 30 de diciembre de 2013, en plenas fechas navideñas, el acusado se hallaba en la parada de autobuses de las inmediaciones de la plaza de España. Cuando se detuvo un vehículo de la línea 1, trató de subir, pero el conductor se le impidió de forma inmediata.
Virgilio no se dio por vencido y esperó a otro bus. Así, poco después, llegó un vehículo de la EMT de la línea 15 al que consiguió acceder. Cuando el autobús prosiguió su marcha, el sospechoso pasajero fue arrestado a bordo del mismo por los agentes de la Policía Nacional que se hallaban dentro. Fue detenido entonces por quebrantar la orden judicial que le prohibía utilizar este medio de transporte público en el centro de la ciudad.
