La fiscalía reclama una condena de cuatro años de prisión para un hombre de origen rumano por causar lesiones con deformidad a una joven a la que presuntamente agredió, arrojó al suelo y, una vez allí, la arrastró sobre cristales, lo que le produjo media docena de cortes en los glúteos y muslos en un domicilio de Eivissa.

Los hechos ocurrieron el pasado año en una vivienda situada en Sant Antoni de Portmany después de que ambos mantuvieran una acalorada discusión. La víctima, que ahora cuenta 29 años de edad, sufrió siete heridas incisas irregulares y sinuosas en los glúteos al cortarse con los cristales cuando era arrastrada por el suelo. Para su curación requirió 30 puntos de sutura y las lesiones tardaron en sanar 25 días.

La mujer padece como secuela cicatrices irregulares, sinuosas y sobreelevadas en los glúteos de unos 25 centímetros de longitud total. El ministerio público considera que esto supone un perjuicio estético medio, ya que las cicatrices le afean y desfiguran esa zona del cuerpo. Además de los cuatro años de cárcel, el fiscal también solicita que el imputado pague una indemnización de 15.388 euros a la perjudicada por las lesiones y secuelas que le causó.

Vista oral

El juicio contra el supuesto agresor, natural de Rumanía y de 38 años, está previsto que se celebre el próximo jueves en la Audiencia Provincial de Palma. El hombre está acusado de un delito de lesiones con deformidad.

La disputa se produjo el pasado 24 de junio de 2013, aproximadamente a las tres y media de la madrugada, en un domicilio ubicado en la calle Ignacio Riquer, en la localidad de Sant Antoni de Portmany (Eivissa).

En un primer momento, el imputado discutió con la joven y, acto seguido, la cogió por el cabello, la tiró contra el suelo y la arrastró por las baldosas sobre los cristales, según la versión de la acusación pública.

La agresión le provocó a la joven varios cortes en los glúteos y los muslos. La perjudicada sufrió siete heridas incisas irregulares en esa zona. Tuvo que ser atendida por un médico y le aplicaron 30 puntos de sutura para cerrar los cortes en los glúteos. Actualmente, la víctima padece como secuela varias cicatrices irregulares que miden 25 centímetros en total que afean y desfiguran sus glúteos, por lo que el fiscal considera que los hechos constituyen un delito de lesiones con deformidad.