Un pesquero, que había sido embargado a su dueño por un banco, se hundió ayer mientras permanecía amarrado junto al muelle de pescadores de la Lonja de Palma. La Policía Portuaria había vigilado en las últimas semanas el progresivo deterioro de la embarcación después de que la entidad bancaria se hiciera con la propiedad. De hecho, para evitar vertidos contaminantes se había colocado una barrera de contención de fluidos contaminantes.