Fútbol. Primera División.

Un triunfo para Javier Aguirre

El Mallorca cierra el curso con una remontada ante el Getafe y una bonita imagen de los jugadores celebrando los dos goles de la victoria con un abrazo al mexicano 

Piña de los jugadores del Real Mallorca con Javier Aguirre.

Piña de los jugadores del Real Mallorca con Javier Aguirre. / RCDM

Redacción

Un abrazo sentido de toda la plantilla del RCD Mallorca y la ovación del Coliseum. Con eso, que no es poco, la etapa de Javier Aguirre llegó a su fin ayer en Getafe (1-2). Un adiós ya sabido, pero que no se materializó hasta que García Verdura señaló el final del partido, que acabó con victoria para los bermellones por uno a dos con goles de Vedat Muriqi –pichichi del equipo con siete dianas– y Pablo Maffeo –que ha dejado claro que quiere salir del club este verano– en los últimos minutos. 

Precisamente, esos dos tantos simbolizaron la unión de la plantilla con Aguirre. Tras marcar el kosovar al aprovechar un pase de Raíllo que solo le obligó a empujarla en la línea, no dudó en ir directo hacia el banquillo, indicándole a sus compañeros que se le uniesen. El objetivo no era otro que fundirse en un abrazo de agradecimiento junto al de Ciudad de México. Un gesto preparado por la plantilla en caso de marcar y que pilló por sorpresa al veterano técnico. Y una escena que fue correspondida por el público del Coliseum, que no dudó en unirse mediante aplausos como reconocimiento a su labor en una estampa poco habitual. 

Seguramente lo que no se esperaba Aguirre es que la bonita imagen se repetiría apenas dos minutos más tarde. Y es que la pillería de Morlanes y Pablo Maffeo tras una falta acabaría con el gol del lateral catalán, que al igual que Muriqi fue directo hacia el banquillo. En esa ocasión, el veterano técnico, con alguna broma entre ambos, le fue señalando y comentando mientras se acercaba, acabando de nuevo todos los futbolistas abrazados junto a él, Toni Amor y Pol Lorente, que también terminan su etapa. 

Aguirre deja el Mallorca con cuarenta puntos, a siete de los puestos de descenso, y con su segunda victoria a domicilio del curso tras la lograda en la jornada 5 ante el Celta en Balaídos. El futuro del mexicano es incierto, con ofertas de fuera de España y de su país, aunque por ahora le queda el mal trago de hacer las maletas y dejar la que ha sido su casa los últimos dos años. No fue fácil de gestionar emocionalmente el partido ante el Getafe. No lo había sido ya toda la semana, desde que se hizo pública su marcha. 

Los futbolistas ya le brindaron su apoyo público el sábado en la rueda de prensa previa al partido, estando todos ellos presentes en Son Bibiloni y aplaudiéndole tanto a su entrada como a su salida. El de ayer, quizá el último gesto público, fue el culmen a una relación de más de dos años en los que se ha forjado un gran grupo que vivió su máxima expresión con la final de la Copa del Rey. 

El partido, que terminó con final feliz, no tenía más historia que ver la despedida de Aguirre y de varios jugadores que no continuarán como Jaume Costa, Radonjic o Maffeo salvo sorpresa. Un choque en el que el Getafe fue mejor hasta la desgraciada lesión de David Soria en el minuto 73. Un brutal choque entre él y Larin enmudeció al estadio al quedar el portero inconsciente sobre el césped. Fueron más de diez minutos de tensión, con la ambulancia en el campo y los sanitarios atendiéndole, cubriendo la imagen. Finalmente se retiró a pie entre aplausos.

Un shock que dejó a sus compañeros, que se habían adelantado con gol de Gastón, con pocas ganas de seguir jugando, algo lógico, una circunstancia que aprovechó casi sin querer el Mallorca para darle la vuelta al marcador. Primero Muriqi, al rematar sobre la línea un pase de Raíllo. Y más adelante Maffeo, al definir ante Fuzato tras pase de Morlanes. La temporada llega a su fin y ahora toca el verano. Tiempo de descanso para la plantilla y época de mucho trabajo para la dirección deportiva. Toca anunciar al nuevo entrenador y formar una plantilla que no pelee hasta el final por la permanencia.