Fútbol. Primera División.

Rajkovic se quedó con ganas de ser el héroe ante el Barça

El portero serbio del Mallorca detuvo un penalti a Gündogan y fue providencial durante el partido, pero no pudo hacer nada en el golazo de Lamine Yamal

Rajkovic sigue la jugada tras detener el penalti de Gündogan.

Rajkovic sigue la jugada tras detener el penalti de Gündogan. / RCDM

Miguel Chacártegui

Miguel Chacártegui

Si no fuese por ese nuevo prodigio del fútbol llamado Lamine Yamal, de solo 16 años, Predrag Rajkovic habría salido a hombros del estadio Lluís Companys. El portero del RCD Mallorca hizo paradas de todos los colores para mantener la portería a cero, incluido un penalti detenido a Gündogan en la primera mitad. Pero una genialidad del joven valor blaugrana decantó un partido en el que el 0-0 no habría extrañado a nadie. 

En partidos de alto calibre a domicilio ante los grandes equipos de la Liga como el Barcelona, el Real Madrid o el Atlético el portero siempre ha de tener un papel protagonista si la idea es sacar algún punto. 

Y Rajkovic cumplió a la perfección, pero todo el mundo tiene un límite cuando aparecen grandes individualidades delante que colocan el balón en lugares imposibles de alcanzar. 

El Mallorca se quedó con mal sabor de boca. Porque hizo muchas cosas bien defensivamente, no tanto en ataque, pero mereció más. El gran partido de Rajkovic comenzó con el penalti de Gündogan. Ya van dos que para en el Mallorca –uno a Marco Asensio el curso pasado en Son Moix– y nueve desde la 2019/20, el que más en las cinco grandes ligas europeas. 

El serbio le adivinó la intención al centrocampista alemán y dio una vida extra al Mallorca. En la segunda mitad, con el equipo yendo a menos y demasiado atrás, le tocó aparecer. Primero con un remate de Joao Félix que se envenenó tras tocar en Nastasic, obligando al guardameta a rectificar y meter una gran mano en el primer palo

En el minuto 56, realizó una gran parada que en directo no se apreció. Lamine Yamal, en una jugada parecida a la de su gol, buscó con la rosca el segundo palo con un fuerte disparo, pero el portero bermellón la rozó levemente, desviándola al larguero. 

El tanto de la perla blaugrana no pudo hacer nada. El remate entró por la escuadra y solo le quedó mirar. No pudo culminar su faena, pero dejó claro que el Mallorca tiene una de las mejores parejas de porteros de la Liga.