El infierno es Son Moix
El peor Mallorca en casa en 40 años iguala el registro negativo de la temporada 1983/84, cuando los bermellones también enlazaron los siete primeros partidos como local sin conseguir la victoria
Los de Aguirre acumulan seis empates y una derrota
Samú Costa se lamenta tras una falta señalada por Figueroa Vázquez en el partido ante el Alavés. / Guillem Bosch
Los abonados del Mallorca ya no recuerdan el sabor de una victoria ni la felicidad de regresar a casa sabiendo que su equipo ha conseguido tres puntos. Y es que el conjunto de Javier Aguirre va camino de establecer una nueva marca negativa en la historia de la entidad. Como poco, ya ha igualado la peor en Primera División desde hace 40 años con los siete primeros partidos sin conseguir un triunfo, al igual que sucedió en el curso 1983/84.
El Mallorca está siendo incapaz de ganar ante su público y eso, en un equipo que lucha por la permanencia cada temporada, es una losa demasiado pesada. Han pasado equipos grandes y otros que no lo son tanto por Son Moix, pero los rojillos no han podido sumar de tres. Hasta el momento, acumulan seis empates y una derrota.
El único triunfo esta campaña llegó fuera de casa, ante el Celta, lo que explica la baja puntuación que arrastran en Liga al paso por la jornada 15 y la decepcionante actuación que están llevando a cabo.
Para encontrar una racha similar, hay que retroceder cuatro décadas. El Mallorca disfrutaba de su quinta temporada en Primera tras muchos años entre Tercera División, la extinta Segunda B y Segunda. Pero el retorno a la máxima categoría fue desastroso.
El precedente, en la 1983/84
Ese curso –en el que las victorias todavía se contabilizaban con dos puntos– pasaron hasta tres entrenadores por el banquillo (Koldo Aguirre, Serra Ferrer y Marcel Domingo) y el equipo acabó descendiendo. En el Lluís Sitjar tuvieron que esperar al octavo partido para conseguir un triunfo (ese curso terminaron con solo tres victorias en Liga). En los siete anteriores, encajaron cuatro derrotas y tres empates.
Para el Mallorca, jugar en Son Moix se está convirtiendo en su propio infierno. Lo que la temporada pasada fue su gran fortín en casa y motivo de acabar novenos en Liga (sumando 35 de los 50 puntos con los que terminaron el campeonato) este es su penitencia. Solo una derrota, sí, pero seis empates que no permiten al equipo despegarse de los puestos de descenso en una temporada en la que la puntuación de los tres últimos es muy baja.
Ante el Cádiz y el Alavés los bermellones tuvieron una ocasión magnífica de romper el gafe, sumar puntos de incalculable valor y afrontar lo que queda de año con una relativa tranquilidad. Pero la semana ha acabado con solo dos puntos en el bote.
Son Moix se cansa
Y la paciencia del respetable en Son Moix se está comenzando a agotar. Especialmente frente al Alavés no fueron pocos los mallorquinistas que mostraron su disconformidad con el juego del equipo tanto en el descanso como al final del partido. El mal partido de los de Aguirre, a pesar de que tuvieron la victoria en la segunda parte con dos ocasiones muy claras de Larin, no contentó a los aficionados, que dedicaron silbidos al equipo cuando se fue hacia vestuarios.
El Mallorca ha sido incapaz de sumar de tres, además de en estos dos partidos, ante Villarreal, Athletic, Barcelona, Valencia y Getafe. Antes de que acabe el año tendrá dos oportunidades más de cortar de raíz esta nefasta racha que ya es histórica.
La primera de ellas será este sábado ante el Sevilla de Diego Alonso (21 horas). El conjunto andaluz también está viviendo una temporada para el olvido y ya son ocho los partidos consecutivos sin conseguir la victoria. Tras visitar al colista Almería el domingo 17 (14 horas), los bermellones recibirán a Osasuna el jueves 21 (21:30 horas) en el último duelo antes de despedir el año y preparar el primero de 2024 frente al Real Madrid en el Santiago Bernabéu (jueves 3 de enero, 19:15 horas).
