Primera División

El Mallorca vuelve a pagar su nulidad en ataque

El equipo de Aguirre empata sin goles ante Osasuna en Son Moix en un partido que jugó con diez los últimos veinte minutos por la expulsión de Copete

Redacción

Mallorca y Osasuna han demostrado este viernes porqué son dos de los equipos que menos marcan de la Liga. El empate a cero no engaña. Mallorquines y navarros se mueven en una zona relativamente tranquila de la clasificación, más los segundos que los primeros, y si es así es por su fortaleza defensiva más que por sus habilidades en ataque, muy mermadas. Es triste, pero una vez más habrá que dar por bueno el punto porque el Mallorca jugó con uno menos los últimos veinte minutos por la justa expulsión a Copete, que agarró a Rubén García cuando se disponía a encarar a Rajkovic. Otro partido sin ganar por la nulidad en ataque. Son ya dos puntos de los últimos quince, un frenazo en toda regla. El equipo no produce nada, los porteros rivales no intervienen y de esta manera a lo máximo que se puede aspirar es a sumar un punto, que es peor que nada. La sensación es que se ha dejado escapar una buena ocasión, una más, de sumar de tres ante un equipo que tenía la cabeza más en la Copa del Rey que en la Liga.

El Mallorca mereció más por su ímpetu, sus ganas, su entrega durante todo el partido ante un Osasuna con varias bajas, pensando Arrasate más en el partido de vuelta de Copa del Rey ante el Athletic que en lo que pudiera suceder hoy en Son Moix. Por poco más mereció un mejor resultado el Mallorca. Porque cuando se trata de acercarse al área rival las luces se apagan. El equipo de Aguirre, hoy de Toni Amor porque el mexicano cumplió partido de sanción, está pagando la baja forma de Muriqi, que se ha estancado en los diez goles. Y Kang, el mejor del equipo prácticamente cada domingo, también este viernes, no puede con todo, no puede regatear, centrar y marcar. Al final, Rajkovic, innédito todo el partido, ha evitado la derrota.

Los locales afrontaban el partido como una oportunidad de romper su negativa racha de una única victoria en seis encuentros y un solo punto de los últimos doce. Sobre todo pensando que las dos próximas citas son a domicilio, en Valladolid y en Vigo ante un pujante Celta. Y teniendo en cuenta los antecedentes del equipo, que no rasca una fuera de casa desde el regreso del Mundial, no hay motivos para el optimismo.

El Mallorca suma solo dos de los últimos quince puntos disputados y se mete de lleno en una espiral peligrosa

Aguirre ha apostado por su equipo de gala, con Kang y Gio en el once titular pese a su larguísimo viaje desde Corea del Sur. Pero es que no hay más. O nada más mejor. Lesionado Valjent, Gio es la primera opción como tercer central. Y Kang, qué decir de él, el único jugador clarividente y capaz de hacer algo diferente sobre el terreno de juego. En la primera parte ha sido el mejor de su equipo. Cada vez que tiene el balón en los pies, el aficionado espera que pase algo. Y pasó, aunque sin dar frutos. Al primer minuto ha lanzado una falta que se ha ido alto por muy poco, y ha puesto dos buenos centros a Muriqi que el kosovar no ha aprovechado. Está desconocido el gigante delantero rojillo, muy lejos de su mejor forma. Participa poco en el juego del equipo, lo que supone todo un lujo en un grupo en el que faltan jugadores que sepan mimar el balón. La primera parte se cerró con las tarjetas amarillas a Baba y Gio, que se perderán por sanción el próximo partido ante el Valladolid.

Poco ha cambiado el inicio de la segunda parte. El Mallorca tenía el balón y presionaba con determinación cuando era Osasuna el dueño del esférico. Pero ambos equipos seguían ciegos y mudos ante los respectivos guardametas. Kang ya no intervenía tanto, y el Mallorca lo notó.

Arrasate ha sido el primero en mover el banquillo. Moi Gómez y Moncayola, dos titulares, entraron por Torró y Aimar a poco más de veinte minutos para el final. Justo en ese momento llegó una las jugadas del partido, el agarrón de Copete a Rubén García cuando el osasunista se disponía a encarar solo a Rajkovic. Díaz de Mera no lo ha dudado y ha mostrado la roja al central rojillo, que se fue con un mosqueo monumental como no entendiendo su expulsión, pero a la vez pedía disculpas a la grada. Era la primera vez en toda la temporada que el Mallorca jugaba en inferioridad, pese a ser el equipo que más faltas de la Liga comete.

Cinco minutos tardó Aguirre en realizar cambios. Nastasic entró por un agotado Kang para cubrir la ausencia de Copete y Kadewere por un Muriqi al que no le ha hecho gracia la sustitución, con sensibles gestos de no entender el cambio.

El Mallorca se ha dedicado a defender el punto. No le quedaba otra. Y lo hacía jugando con fuego porque medio equipo tenía tarjeta amarilla y una segunda expulsión podía ser letal. Osasuna presionaba y Abde, que hacía pocos minutos que había entrado, obligó a Rajkovic a realizar la parada del partido, la única, que impidió que los navarros se llevaran los tres puntos. También la ha tenido el Mallorca, por raro que parezca, cuando Antonio Sánchez, sustituto de Dani Rodríguez, ha rematado con fuerza pero el balón se ha estrellado en la defensa navarra. Poco más ha pasado. Reparto de puntos en un partido que estaba llamado a acabar como lo hizo entre dos equipos a los que les cuesta un mundo marcar.