El Mallorca se quedó con cara de tonto anoche en Son Moix con Battaglia y el colegiado González Fuertes como protagonistas. El centrocampista bermellón por cometer dos penaltis y el árbitro, a pesar de solo haber acertado en el primero, por haber señalado una de esas penas máximas difíciles de entender. El asturiano consideró falta del argentino sobre Fekir, que es el que le embiste, que supuso un castigo exagerado para un conjunto bermellón que había hecho lo más difícil al empatar el duelo con el tanto de Muriqi y que había neutralizado el inicial de Borja Iglesias. El delantero de los verdiblancos, que también anotó el segundo desde los once metros, tumbó a los de Javier Aguirre, que no merecieron irse con la cabeza baja al vestuario (1-2).
Esta derrota duele por cómo se ha producido, pero evidencia que este Mallorca puede competir contra un equipo diseñado por luchar para entrar en Europa. Eso sí, no hay que engañarse. Los rojillos todavía tienen mucho por mejorar, sobre todo a la hora de elaborar juego, donde tiene unas enormes carencias. Falta fútbol, dinamismo y fluidez y eso tiene que llegar en lo que queda de mercado, es innegociable.
El partido no pudo empezar peor. Tan inocentes como absurdas, unas manos de Battaglia en un ataque sin demasiado peligro de los visitantes condicionó el partido. González Fuertes no señaló, pero tras revisarlo a instancias del VAR, pitó penalti. Borja Iglesias no perdonó desde los once metros para poner la cuesta hacia arriba a los bermellones, que en el minuto ocho ya debían afrontar un nuevo escenario con la obligación de igualar el resultado. Y ahí es donde se le ven las costuras a un equipo que se siente relativamente cómodo atrás, aunque tiene lagunas por mucho que defienda con cinco, pero que sufre lo indecible para crear. Y se notó cuando lo intentó, más por intensidad que por talento, ante un adversario que estaba muy cómodo. De hecho, pudo marcar el segundo si Juanmi hubiera afinado la puntería en una contra en la que Copete, quizá en su único error, se comió el balón y dejó al andaluz frente a Rajkovic.
A partir de ahí el Mallorca tuvo más el balón, pero estaba demasiado lejos de la meta de Rui Silva. Solo las llegadas de Maffeo y algún chispazo esporádico de Kang In Lee dieron la impresión de que estaban en el partido. Lo triste es que la sensación es que no sabían qué hacer más. Grenier, impreciso, y Battaglia no generaban en el centro del campo y los demás hacían la guerra por su cuenta, con un Muriqi demasiado solo. Un cabezazo de Maffeo y otra buena incursión del lateral que Dani no pudo rematar en condiciones dieron señales de vida, pero el que estuvo más cerca del gol fue el Betis ya en el descuento. Primero con un cabezazo de William que se marchó fuera y después con tiro de Fekir en el interior del área que se fue alto. El susto ya estaba en el cuerpo de los mallorquinistas. Algo tenía que hacer Aguirre en la reanudación.
El mexicano no introdujo ningún cambio, pero sí adelantó todavía más las posiciones de Jaume Costa y Maffeo, que eran más extremos que carrileros. Kang In Lee se llenó de balón en una contra y su disparo se fue a las nubes cuando tenía mejores opciones. Hasta que llegó el gol que todo aficionado se imagina de Muriqi. Jaume Costa recuperó un balón, se lo cedió a Kang In, que envió un gran pase al corazón del área para que el kosovar cabeceara con toda su alma al fondo de la red. Para eso está el coreano, con su indiscutible calidad y, por supuesto, para eso está el ‘pirata’. Ambos marcaron las diferencias en el momento que más lo necesitaban. Son Moix, con su nueva Grada Este, se convirtió en una fiesta y empezó a creer en el triunfo. Antonio Sánchez entró para dar más frescura al centro del campo, pero llegó un regalo inesperado para los béticos. González Fuertes señaló penalti de Battaglia por falta sobre Fekir, cuando justo era lo contrario. Esa decisión desquició a los bermellones, que no entendían nada. Y con razón. Borja Iglesias puso el 1-2 en el electrónico y vuelta a empezar. El mazazo fue grande, pero no había tiempo que perder. Casi en la siguiente acción, Muriqi se plantó ante Rui Silva, que repelió el remate con acierto.
Y después en la otra portería fue Juanmi el que cruzó demasiado su disparo. El duelo entró en una fase loca. Antonio Sánchez remató flojo y Rajkovic, otra vez en la otra parte del campo, despejó un gran chut de William. No obstante, en el minuto 84 llegó la ocasión más clara de todo el partido. Kang In Lee estrelló un lanzamiento de falta en el larguero y el rechace le cayó a Costa, que remató con un tiro muy fuerte que sacó Rui Silva como pudo. Ver para creer. Un chut de Maffeo que se fue a córner fue otra buena oportunidad, pero el marcador ya no se movió y el Mallorca dejó escapar los tres primeros puntos de la isla. Solo es la segunda jornada, pero da rabia haber perdido así.
MALLLORCA: Rajkovic, Maffeo, Valjent, Raíllo, Copete (Lago, min.85), Jaume Costa, Battaglia (Baba, min. 77), Grenier (Antonio Sánchez, min.63) , Dani Rodríguez (Abdón, min. 77), Kang In Lee y Muriqi.
BETIS: Rui Silva, Aitor Ruibal, Edgar, Pezzella, Álex Moreno, Guido Rodríguez, William (Loren, min.87), Rodri (Rober, min. 63), Juanmi, Fekir y Borja Iglesias (Paul, min. 77).
ÁRBITRO: González Fuertes (comité asturiano). G GOLES: 0-1: Borja Iglesias, de penalti (min.8); 1-1: Muriqi marca de cabeza tras un centro de Kang In Lee (min.56); 1-2, Borja Iglesias, de penalti (min.72).
T. amarillas: William (min. 1), Juanmi (min.35), Grenier (min.45), Fekir (min.65), Dani (min. 65), Rober (min.81), Guido(min. 83), Maffeo (min. 83), Rui Silva (min. 86)Raíllo (min.90), Costa (min.96).
