Necesita el Real Mallorca romper con su mala racha de resultados y el encuentro frente al Espanyol está lleno de argumentos para hacerlo. Los blanquiazules, con quienes se guarda cierta rivalidad al luchar de tú a tú por el ascenso durante todo el curso pasado, cayeron en la primera vuelta, en el encuentro disputado en Son Moix y, además, fueron apeados por el conjunto rojillo el pasado enero en octavos de Copa.

Dolió al conjunto catalán especialmente la eliminación en el torneo del KO, en el que el Espanyol había depositado muchas ilusiones. Sin embargo, ahora el equipo de Moreno quiere cambiar estos últimos resultados logrando un triunfo en su feudo. Para ello se apoyan en los precedentes, pues al cuadro bermellón no se le dan especialmente bien sus visitas a Barcelona en clave blanquiazul. En 29 partidos, 20 han sido triunfos del Espanyol por solo cuatro del Mallorca.

Tras estrenarse en 2010 en el nuevo estadio perico con un 1-1, el equipo isleño logró el año siguiente imponerse por 1-2. No obstante, desde entonces, ya no han volado más los tres puntos de los dominios catalanes. 1-0 en 2012, 3-2 en 2013 y 1-0 en 2020, momento en el que el conjunto bermellón consiguió volver a la élite tras una dura travesía que le llegó a pasar incluso, durante una temporada, por la ya desaparecida Segunda B.

Tras bajar ambos clubes en 2020, Moreno cambió de proyecto y se pasó al blanquiazul. Luis García Plaza llegó entonces a Palma y son ya casi dos años de una rivalidad que ha ido un poco más allá. Con el Espanyol asentado en la zona media de la tabla, el Mallorca busca mañana en tierras catalanas un triunfo que le aleje de la zona de peligro. Un nuevo tropiezo sería letal y podría otorgar al de Massanassa la posibilidad de situar por primera vez en la temporada al que fue su equipo en la zona de descenso.