Luis García se sacudió de encima toda la tensión acumulada en la banda del Metropolitano antes de llegar a la sala de prensa para valorar el épico triunfo ante el Atlético de Madrid. «El equipo lo está disfrutando mucho y se merecía una victoria así porque en Valencia y en Cádiz se nos escapó. Tal vez no hemos hecho tantos méritos aquí pero competimos muy bien», se felicitó el técnico del Mallorca.

«El gol de Russo es una falta que trabajamos y sabíamos que, si llegábamos al final con empate, nos dejarían espacios y el pase de Ángel ha sido muy preciso, pero pensaba que, al final Kubo no llegaba porque el balón se le había quedado un poco atrás», destacó García Plaza sobre las acciones claves en la victoria frente al vigente campeón de Liga.

El entrenador madrileño no escondió el grado de «suerte» en la remontada. «Cuando la teníamos en contra se decía que hacíamos las cosas mal, pero ni antes éramos una ruina, ni ahora somos unos fenómenos», aclaró un Luis García que agregó, sobre el final de la mala racha, hay que tener en cuenta «los cinco empates y dos derrotas que no dejan que te separes de abajo, pero tampoco te cogen los rivales».

«Tuvimos una conversación importante con los futbolistas antes del partido, pero se queda en el vestuario», confesó el inquilino del banquillo de Son Moix. Sobre esta cuestión, García Plaza agregó que tras lo últimos resultados «la gente dejó que creer en ellos, les miré a los ojos y les dije que les tocaba responder».

El entrenador, que el pasado miércoles cumplió 49 años, advirtió que a sus jugadores «todavía les queda picar piedra y seguir trabajando porque, en el Mallorca, la línea entre ganar y perder es muy fina y ojalá ganemos el viernes al Celta, pero cogeremos más malas rachas durante la temporada porque somos el equipo que somos y tenemos limitaciones».

Sobre el papel de Take Kubo y Lee Kang-In, Luis García señaló que serán «importantes, pero nos va a costar que jueguen juntos y deben saber entrar desde el banquillo y aprovechar los minutos».