Lletra menuda

La piqueta de la reacción ciudadana

Llorenç Riera

Llorenç Riera

El cemento se consolida rápido incluso en situaciones adversas y sitios inadecuados. Si, además, cuenta con la complicidad pasiva de la Administración y una hormigonera a modo de impulso para desaprensivos y avaros de propiedad privada, entonces solo queda la piqueta de la reacción cívica para restituir el espacio público a su origen y estado natural.

El serial de lo ocurrido con la piscina de Pedro J. Ramírez en Costa dels Pins es el ejemplo más conocido y mediático de la apetencia particular por el dominio público marítimo-terrestre, pero la lista de casos semejantes, en distinto grado, podría enlazarse con pocas interrupciones sobre el perímetro del litoral mallorquín. Ahora la actualidad de la cuestión se vuelve a concentrar en Bendinat, lugar en el que, ya en 2018, la reacción cívica forzó una intervención para retirar unas estructuras que pretendían prolongar por las bravas hasta el linde marítimo la opulencia de una casa particular. Pero nada de escarmiento ni sensibilización. Se ha vuelto a buscar la complicidad del silencio y de los hechos consumados para injertar un pasadizo de cemento sobre las rocas. Se atribuye al deseo de expansión de un hotel. No ha pasado nada, nadie ha dicho nada hasta que los usuarios de la playa han dado la voz de alarma. Los servicios de vigilancia del ayuntamiento de Calvià y de Demarcación de Costas estaban en sus respectivos despachos. Se ha convocado un acto de protesta sobre las mismas rocas violentadas para hoy sábado. Es como si los vecinos, en su tiempo libre, tuvieran que suplir las competencias administrativas, desde la vigilancia policial a la inspección de obra pública. Desde hace tiempo permanece mucho trabajo acumulado y diversificado en este ámbito. La reivindicación tiene futuro, demanda manos y voces.

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