El Gremi de Margers de Mallorca, sobre los excursionistas que caminan sobre ‘parets seques’: "Es una falta de respeto a nuestro trabajo"

Una nueva denuncia sobre la falta de respeto hacia el patrimonio de Mallorca se suma al largo listado de voces de alarma que han lanzado entidades de excursionismo y senderistas particulares en los últimos años por el incivismo en el medio natural de la isla, en que se ha evidenciado en toda su expresión la masificación de la montaña, que corre en paralelo a la saturación de litoral mallorquín durante la temporada alta.

En esta ocasión, el protagonista involuntario de la denuncia es una estructura de piedras que, en un ingenio de tipología constructiva que se viene transmitiendo de generación en generación desde tiempos antiguos, se erige sin emplear cemento: las denominadas parets seques.

Algunos excursionistas de la isla han alzado la voz en los últimos tiempos contra la práctica cada vez más habitual de caminar por encima de estas construcciones situadas en medio de rutas senderistas.

Las imágenes, como es frecuentes en estos tiempos de la información, se pueden rastrear fácilmente en redes sociales, donde la gente posa sonriente ante sus dispositivos móviles para dejar constancia de su gesta, como si estuviesen recorriendo la Muralla China en versión a la mallorquina para que quede una fotografía bonita en Instagram.

«Práctica a desterrar»

«Es una práctica que se tendría que desterrar. Los excursionistas deberían ser más respetuosos con la naturaleza y con el patrimonio arquitectónico, como lo son estas paredes», advertía recientemente una excursionista en redes sociales, que alertaba también de que esta práctica podría provocar también desprendimientos de piedras.

La opinión era secundada por otros habituales de la montaña, que aseguraban que también hay casos de personas que deciden destrozar un trozo de estas paredes en busca de un atajo cómodo.

El Gremi de Margers de Mallorca, que se creó en 2016 como un «nexo de unión» entre los profesionales de la pedra seca para salvaguardar este oficio ancestral, considera que este tipo de prácticas evidencia una absoluta «falta de respeto» hacia su trabajo.

Desde generaciones

En declaraciones a este diario, el presidente de esta entidad, Lluc Mir, recuerda que este tipo de paredes no fueron concebidas para que se camine por su superficie. «Su origen está relacionado con la necesidad de adaptar el medio natural a las necesidades de supervivencia de los seres humanos. Tiene un origen funcional», argumenta.

Dirigiéndose a quienes desconocen la complejidad y el esfuerzo que se esconden detrás de estas construcciones, Mir sostiene que son el fruto de «un trabajo durísimo».

"La Serra de Tramuntana no sería Patrimonio Mundial de la Humanidad si no fuese por las muchas generaciones que han ido conformando todo este paisaje"

Lluc Mir

— Presidente del Gremi de Margers de Mallorca

«No se hace en un día, es un trabajo durísimo, hay que colocar, mover pesos y senalles para ir modelando el entorno y hacerlo útil. Es un trabajo de generaciones», apunta el presidente del Gremi de Margers de Mallorca.

Él quiere remarcar que las personas que utilizan estas paredes como gracia o como reclamo para ganar likes en sus redes sociales están incurriendo en «una falta de respeto».

«Es como el que pinta un grafiti en un monumento. La Serra de Tramuntana no sería Patrimonio Mundial de la Humanidad si no fuese por las muchas generaciones que han ido conformando todo este paisaje», arguye.

También hace una petición a las administraciones públicas a que actúen si este tipo de prácticas van a más. Recuerda en este sentido que, cuando se puso de moda esas acumulaciones de piedra en formación vertical, ya se produjo cierta concienciación sobre el daño que hacían estas modas al entorno.

«Toda esta gente haría bien en apuntarse a un curso de pedra en sec, en vez de hacer esto», argumenta Mir.

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