La Torre Picada de Sóller no abrirá al público hasta el otoño

El Ayuntamiento ha reclamado una serie de mejoras a cambio de asumir la gestión de la atalaya

Representantes del Consell y el Ayuntamiento visitaron la atalaya para valorar su estado actual.

Representantes del Consell y el Ayuntamiento visitaron la atalaya para valorar su estado actual. / J.Mora

La Torre Picada ya no abrirá sus puertas al público hasta el próximo otoño, a la espera de que durante este tiempo se lleven a cabo una serie de mejoras que ha reclamado el Ayuntamiento a cambio de asumir la gestión de la histórica atalaya situada en el Port de Sóller.

El convenio todavía pendiente de firmar entre el Consell de Mallorca y el consistorio solleric establece que la torre abrirá al público dos horas el primer viernes de cada mes. Pero fija dos plazos para ello: de octubre a diciembre y de febrero a mayo. Una cláusula que muy posiblemente ya no se podrá aplicar en lo que queda de primavera teniendo en cuenta que la institución insular debe realizar algunas obras de reparación y posteriormente debe firmarse el convenio para traspasar la gestión de las aperturas al municipio.

La Torre Picada de Sóller está declarada como Bien de Interés Cultural.

La Torre Picada de Sóller está declarada como Bien de Interés Cultural. / J.Mora

La semana pasada, el director insular de la Serra de Tramuntana, Antoni Solivellas, visitó la atalaya acompañado por el alcalde Miquel Nadal y los concejales Sebastià Aguiló y el titular de Patrimonio, Juan Antonio Lorente. La finalidad de la visita era valorar in situ el estado de la torre y reclamar al Consell que lleve a cabo las actuaciones que le reclama el Ayuntamiento.

«Ahora no puede abrir»

En declaraciones a este diario, Juan Antonio Lorente ha asegurado que «en el estado actual, la torre no puede abrir al público», ya que algunas de las mejoras que ha reclamado el municipio son para dar mayor seguridad a los visitantes. Entre las actuaciones que reclama el municipio figura la instalación de una reja metálica que dé mayor seguridad entre el patio de la torre y el acantilado que tiene justo en frente. «Si tiene que haber visitas escolares es necesario que se coloque esta verja para la seguridad de los niños», ha explicado Lorente, que también pasó lista a Solivellas de otros trabajos de mejora que necesita la vieja atalaya antes de que pueda abrir de forma habitual en las visitas. 

Entre estas actuaciones, Lorente ha destacado la reparación de la escalera de caracol que sirve para subir a la terraza superior. Algunos peldaños presentan desperfectos que podrían provocar la caída de personas.

En su visita, Antoni Solivellas comprobó el estado de la torre y aseguró que un técnico de Patrimonio la visitará próximamente para valorar el estado del edificio y evaluar las mejoras que pide el Ayuntamiento para un edificio que está catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC).