Continúa la cascada de comercios tradicionales de Mallorca que cierran: Adiós a Can Tòfol, uno de los colmados más antiguos de Sineu

La tienda de comestibles ubicada en la Plaça echa el cierre después de 71 años de historia

Na Joana de Can Tòfol y sus dos hijos posan con el alcalde Tomeu Mulet, que le entregó un ramo de flores.

Na Joana de Can Tòfol y sus dos hijos posan con el alcalde Tomeu Mulet, que le entregó un ramo de flores. / Ajuntament

Joan Frau

Joan Frau

El pasado 10 de febrero cerró definitivamente sus puertas el pequeño colmado de Can Tòfol, ubicado en la Plaça de Sineu, una noticia triste que ha impactado a muchos vecinos de la localidad del Pla porque la mayoría de ellos siempre lo habían visto abierto. De hecho, la tienda de comestibles inició su trayectoria en 1953 como la ‘botiga’ de Can Boter. 

Joana Maria Tugores Sampol, conocida en el pueblo como ‘na Joana de Can Tòfol’, regentaba la tienda desde hace 54 años. Sus dos hijos gestionan la administración de lotería anexa a la tienda. A Joana le toca ahora descansar. Han sido muchos años de levantarse a primerísima hora de la mañana para acudir, antes al mercado del Olivar y en los últimos años a Mercapalma, a comprar el producto fresco que los ‘sineuers’ encontraban después en los estantes de Can Tòfol, una tienda con carácter y una clientela fija que diariamente podía comprar lo necesario para el día a día o simplemente entraba un rato para hacer la ‘xerradeta’ con la propietaria. 

La tienda, ya medio cerrada, en el número 1 de la calle Major de Sineu, el pasado miércoles de mercado.

La tienda, ya medio cerrada, en el número 1 de la calle Major de Sineu, el pasado miércoles de mercado. / J. Frau

Son muchos quienes lamentan el cierre de la tienda y todavía entran en el local para visitar a Joana, que vive en uno de los pisos superiores de la tienda. «Me dicen que tengo que moverme y no quedarme quieta», afirma. Después de tantos años de trabajo, todavía no sabe muy bien cómo afrontará esta nueva etapa en su vida ni qué futuro le depara al local que ha acogido Can Tòfol. La intención de la familia es alquilarlo

Hace unos días, el alcalde Tomeu Mulet le entregó un ramo de flores en señal de agradecimiento en nombre de todo el pueblo. «Sa Plaça ja no serà la mateixa», escribó el Ayuntamiento en las redes, que se han llenado de comentarios dirigidos a Joana. «Ahora toca descansar y disfrutar», le dice la mayoría.

Can Tòfol es un ejemplo más de la desaparición progresiva del comercio tradicional en Mallorca.  Sin este colmado, Sineu pierde un negocio familiar lleno de autenticidad y productos de proximidad.  Ya sólo quedan supermercados.